Semanas después de asumir la Presidencia de la República (14 de enero de 2020), Alejandro Giammattei lanzó el más claro y contundente desafío que afrontaría: “La nutrición es uno de los objetivos del Organismo Ejecutivo”.
Un mes y cuatro días después de tomar el control del Gobierno, el jefe de Estado inauguró su programa emblemático, el que denominó como la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (GCNN), cuyo objetivo era combatir y reducir el flagelo que afecta a una buena parte de la población, en especial menores de 5 años.
El plan, que continúa siendo el principal objetivo de esta administración, consiste en cinco ejes: Salud y nutrición, Disponibilidad y acceso a alimentación saludable, Protección social, Agua segura, saneamiento e higiene, y Comunicación social y de comportamiento.
Hoy, el proyecto llega a, prácticamente, todos los estratos sociales mediante diferentes mecanismos que impulsan ministerios y secretarías. El más reciente evento lo realizó la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP), que distribuyó la sexta entrega de víveres en los Centros de Atención de Desarrollo Infantil y en los Hogares Comunitarios, que reciben a infantes de madres y padres trabajadores.
En esta ocasión, el beneficio alcanzó a 12 877 niños y niñas, cuyas familias recibieron bolsas con verduras, frutas, cereales, granos básicos, Incaparina, aceite, leche, azúcar y huevos, entre otros.
Paralelamente, los Centros de Atención Integral (CAI), a cargo de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), realizan esfuerzos que tienen una misma meta: el desarrollo integral de los pequeños. El Ministerio de Educación hace lo propio por medio de la Alimentación Escolar, programa que llega a 3.1 millones de estudiantes.
En fin, poco a poco, el país avanza hacia la meta trazada, tal y como lo certificó la ONU, cuando informó que 1.2 millones de connacionales habían recibido la nutrición correcta, digna y necesaria.