Raúl Bajo-Buenestado
Investigador asociado al Navarra Center for International Development
Aunque de momento débil en términos absolutos, la transición hacia fuentes de energía libres de combustibles fósiles agrega una capa de moderación en posibles impactos de los recortes de la producción del crudo.
No obstante, se mantiene el contrapeso del impacto geopolítico de las tensiones generadas por la guerra que, desde febrero de 2022, viene repercutiendo en la estabilidad del mercado energético mundial y los precios del mercado.
Por su parte, los países productores de petróleo buscan un equilibrio difícil de alcanzar.
Dado que los aumentos en el precio del crudo se trasladan a los consumidores y las empresas a través de los cambios en el precio de la gasolina y otros derivados del petróleo, estas subidas desempeñan un papel significativo en la inflación. Por lo tanto, la estrategia de recortes en la producción, con la que buscan generar un aumento brusco de los precios, podría tener efectos no deseados a corto y medio plazo para los países OPEP+ debido a un aumento de la inflación.
De ser así, podrían producirse nuevas subidas en las tasas de interés, lo que podría frenar la recuperación, además de lastrar el crecimiento de aquellas economías que están evolucionando mejor.
Es importante destacar que los mercados parecen haber encontrado mecanismos para mitigar el impacto de las subidas del crudo que han provocado las sanciones a Rusia.
A su vez, esto tendría repercusiones negativas en la demanda global de crudo. Así, los recortes acabarían siendo contraproducentes para los países productores de petróleo.
La clave está, pues, en lograr recortar la producción (para hacer subir los precios) sin generar mucha
inflación en las economías.
Es importante destacar que los mercados parecen haber encontrado mecanismos para mitigar el impacto de las subidas del crudo que han provocado las sanciones a Rusia. El mercado parece haber encontrado alternativas para permitir la entrada a Europa de productos derivados del petróleo ruso. Por ejemplo, a través de intermediarios ubicados en países ajenos a la aplicación de sanciones comerciales a Rusia (como es el caso de la India). Si bien plantean otro tipo de problemas (éticos o de competencia), estos subterfugios ayudan a aliviar la economía de las familias.
En resumen, ante este panorama, es de esperar que la decisión de la OPEP+ de mantener los recortes en la producción resulte en un leve o moderado aumento de los precios del crudo, lo que podría generar un ligero repunte en la inflación.
Sin embargo, este impacto se podría ver aliviado en los precios de los carburantes y otros derivados, en tanto en cuanto el mercado consiga mantener la importación efectiva de producto ruso vía terceros países.
Todo ello, sin olvidar que la continuidad del conflicto en suelo europeo, y con un actor energético clave involucrado, introduce un elemento de incertidumbre que, según su evolución, podrá ser de mayor o menor entidad.