Los beneficios que recibieron 48 500 personas de la tercera edad que, recientemente, fueron integradas al Programa del Aporte Económico del Adulto Mayor (PAM) es una noticia esperanzadora que, además, debe conmover a todos aquellos que vemos a los ancianos como nuestros referentes en sabiduría y trabajo.
También, es importante anotar que el estipendio de Q500 mensuales y la medicina que recibirán es un acto de justicia a una vida entregada a la familia y a la sociedad guatemalteca. En parte, es recompensar el esfuerzo de varias generaciones en la construcción de la Guatemala igualitaria, libre, democrática y próspera que hoy tenemos.
El apoyo entregado concluye un proceso iniciado por el presidente Alejandro Giammattei, quien del 16 de mayo al 15 de junio recién pasados recorrió los 22 departamentos para notificar, personalmente, a cada uno de los abuelos su inclusión en el plan, que nace para atender a quienes carecen de apoyos económicos estatales o privados, que se encuentran en vulnerabilidad financiera.
“Con los avisos reafirmamos el compromiso del Gobierno con los compatriotas que trabajaron por el bien y crecimiento de la nación”, expresó en lugares a los que llegó el jefe de Estado durante jornadas en las que compartió y convivió con los favorecidos.
Conviene decir que el Organismo Ejecutivo se propuso asistir, antes de 2024, a 212 mil con el PAM. De momento, se contabilizan 189 943, aunque el mandatario ya adelantó una nueva gira de trabajo por todo el país para hacer saber sobre más integraciones al referido proyecto.
“Hemos puesto especial interés en este programa para que llegue a los lugares que más lo necesitan”, manifestó el gobernante, quien ha reconocido el apoyo de los diputados del Congreso de la República de incrementar el presupuesto destinado a este fin y que, entre otras ventajas, garantizó la subvención y la mejora del aporte que se otorga.