Los pasos dados por las instituciones del Gobierno para llegar a las comunidades donde viven familias propensas a la desnutrición han valido la pena. Los programas impulsados por el Ejecutivo, desde 2020, están surtiendo efectos positivos.
Uno de los retos que se propuso el presidente Alejandro Giammattei a favor de los guatemaltecos más necesitados cuando asumió el cargo fue combatir esa dolencia que, por mucho tiempo, no recibió el tratamiento necesario y adecuado.
La Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (GCNN) es el proyecto insigne impulsado por el mandatario. De este surgen varios proyectos enfocados en asistir a la población de las áreas urbana y rural vulnerable al citado fenómeno.
Una de estas iniciativas es el Programa de Alimentación Comunitaria (Proaco), a cargo del Fondo de Desarrollo Social (Fodes), del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
De 2020 a la fecha, 4 millones de connacionales de escasos recursos, especialmente niños, fueron favorecidos con el plan, mediante la distribución de víveres y otros insumos necesarios para su bienestar.
Proaco permite auxiliar a los hogares en pobreza extrema. Incluye la entrega de productos perecederos y no perecederos como Incaparina, arroz, frijol, aceite, harina, azúcar y mosh.
Recientemente este aporte fue trasladado a más de 500 beneficiarios de Santa Catalina La Tinta, Alta Verapaz, así como a 343 familias de Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango, donde se ha identificado personas con carencia alimentaria.
La repartición de estos insumos se realiza de manera coordinada, con transparencia y luego de los estudios correspondientes, con el propósito de que el aporte llegue a quienes verdaderamente lo necesitan.