En los últimos tres años, la educación oficial ha mostrado grandes avances en materia de calidad y de dignificación de los escolares. Como ocurre en todo el mundo, la tecnología se ha convertido en una excelente aliada, pues no solo facilita el traslado de conocimientos, sino que refuerza las capacidades y habilidades de maestros y alumnos.
Producto de este esfuerzo, el Ministerio de Educación (Mineduc) registra 764 761 cursantes involucrados en el Programa de Tecnología en el Aula, una iniciativa que lleva herramientas digitales a establecimientos de todo el país, con el objetivo de fortalecer, agilizar y hacer del proceso de aprendizaje un sistema más ameno y didáctico.
De esa cuenta, el conocimiento de materias como matemáticas, ciencias, idioma, etcétera son más accesibles y se convierten en un asunto extracurricular, porque no requieren la presencia en las aulas para adquirir las competencias o repasar las tareas.
Además de estos adelantos, que incluyen el aumento de la matrícula y la baja en la deserción escolar, el Mineduc ha dejado su sello en la dignificación de discípulos y catedráticos. Por un lado, la cartera ha implementado programas como la alimentación y el seguro médico, los que junto a la gratuidad y la entrega de útiles se han constituido en elementos claves para la universalidad de la enseñanza.
Paralelo a estos beneficios que llegan directamente a niños y jóvenes, destaca la coordinación que se tiene con los padres de familia, quienes de manera organizada colaboran con la cartera para asegurar la calidad de los comestibles. Las alianzas abarcan a los docentes, que han adquirido mayores facultades gracias a los estímulos académicos que se les ofrece.
En fin, la educación ha dado saltos cuantitativos y cualitativos, los que permitirán que, en un corto plazo, los ciudadanos adquieran las sapiencias que les permitirán competir y sobresalir en este universo cada vez más talentoso y desarrollado.