Fotos: EFE
Cristiano Ronaldo no solo es una leyenda única de Portugal, ya por los inigualables 200 partidos o por el deslumbrante pasado. También, por su presencia, más titular en la era de Roberto Martínez, que en el Mundial de Catar 2022. Es todavía referente y decisivo como goleador indispensable en el apurado 0-1 en Islandia, que permitió sostener el pleno de 4 triunfos en el nuevo ciclo luso.
El particular festejo de CR7 se hizo esperar, pero finalmente llegó en la capital islandesa.
Al 4-0 a Liechtenstein, 0-6 a Luxemburgo y 3-0 a Bosnia, después del fiasco mundialista de la eliminación de los cuartos de final contra Marruecos, le siguió una victoria más reducida, nada incontestable, en la fase de clasificación para la Eurocopa 2024 para reafirmar su liderato, por el acecho de Eslovaquia, 2 puntos por detrás. Luxemburgo, tercera, está a 5 unidades. Los 2 primeros van directos a la próxima cita en Alemania.
La victoria la firmó Cristiano, cuando su rival jugaba con diez, por la expulsión por dos amarillas en apenas 10 minutos de diferencia, entre el 70 y el 80, de Willumsson, cuando la ofensiva era ya acelerada, expuesto como se veía con total nitidez a un empate decepcionante, hasta que Inacio asistió, CR7 marcó el 0-1 y el VAR, ya por el tiempo añadido (la diana había sido en el 88), dio validez a la posición del pasador. Gol y triunfo. Era el minuto 91.
Honrado por sus 200 encuentros en los minutos previos, el portugués ya no es el futbolista desbordante de años anteriores, porque el tiempo pasa y, seguramente, interviene menos en el juego que entonces, pero hay hechos que transmiten su trascendencia actual en el equipo. Uno por encima de todos, el gol.
Seis en cuatro choques con Roberto Martínez. Otro, su titularidad indudable en cada uno de los cuatro partidos con el técnico.