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Un tanto de Joselu Mato, el tercero en tres apariciones como internacional, premió el corazón de España para tumbar a una discreta Italia (2-1) y dio el impulso que necesitaba Luis de la Fuente como seleccionador, con un triunfo de prestigio que vale una final, contra Croacia, la segunda en la Liga de Naciones, y la opción de ganar un título once años después.
Salieron a morder los españoles, al sentir que era un día clave para recuperar el valor perdido. Con una presión tan alta que antes del grave error de Bonucci ya se había sentido en el estadio el riesgo. Todos menos un veterano de guerra al que acechó Gavi y remató Yeremy Pino.
El robo acabó en décimas de segundo en una definición perfecta con el interior del pie para adelantar a España a los tres minutos. Un simple balón picado de Jorginho generaba desajustes cuando la mala fortuna se aliaba con Le Normand. El disparo, rumbo a la banda de Zaniolo, impactaba en una mano despegada del cuerpo.
Immobile no desaprovechó la pena máxima. El intercambio de regalos ya estaba hecho entre dos selecciones que han convertido su duelo en un clásico del futbol europeo. De la Fuente ganó el encuentro con los cambios. España lo intentó mientras Italia firmaba la prórroga, y cuando el final acechaba apareció Joselu en estado de gracia como internacional.
Luego de un debut de récord con doblete contra Noruega, cuando llevaba cuatro minutos en el campo, estuvo en la zona adecuada para recoger un balón muerto por el disparo de Rodri y marcar a placer aprovechando que Acerbi se quedó enganchado. El premio a la constancia que acerca, once años después, a la Roja a un título. Para ello tendrá que superar a la leyenda Modric.