Juan Everardo
Chuc Xum [email protected]
Guatemala, en su visión de país estableció el Plan Nacional de Desarrollo K´atun: Nuestra Guatemala 2032, con la meta de alcanzar desarrollo integral e incluyente y una paz sostenible, implicando acciones afirmativas hacia la igualdad, inclusión socioeconómica y política de los pueblos indígenas, personas con discapacidad, mujeres y jóvenes hasta ahora vulnerables.
El plan K’atun se consensuó en el seno del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur 2012-2016), que contó con la participación de diversos segmentos de la sociedad y representación de los pueblos indígenas; el plan K’atun tiene cinco ejes prioritarios:
Guatemala urbana y rural, bienestar para la gente, riquezas para todos y para todas, recursos naturales para hoy y para el futuro y Estado garante de los derechos humanos y conductor del desarrollo. dicho plan se constituyó para sentar las trasformaciones estructurales para la gobernabilidad democrática y la dignificación de sus habitantes, entre otros.
El K’atun es un período cíclico de veinte años del calendario maya y que para los ancestros el número veinte tiene un significado cabalístico como para conocer resultados de las gestiones de sus gobernantes. El plan K’atun se estableció en conmemoración del Oxlajuj (13) B’aktún del calendario maya, en el año 2012; recordación que permitió a muchas y muchos guatemaltecos reflexionar sobre su futuro y lo que debe hacerse.
Guatemala, con sus singularidades, debe seguir avanzando hacia su horizonte 2032.
Restan nueve años para conocer resultados globales de la gestión institucional de gobierno. Es de hacer notar que el plan en mención ha transitado en casi tres gobiernos, significando que el próximo gobierno 2024-2028 debe considerarlo como un instrumento útil para su administración; por supuesto que en todo plan de desarrollo son necesarios su revisión y adaptación, en función de las prioridades nacionales como, por ejemplo:
revitalización y promoción de las culturas y sus pueblos que confluyen en el país, promover una convivencia armónica entre todas y todos los guatemaltecos, aunado a la generación de capacidades, medios y recursos al alcance de las personas que permitan transformar su realidad y su entorno.
Guatemala, con sus singularidades, debe seguir avanzando hacia su horizonte 2032, pero con el concurso de todas y todos.