M.A. Pamela Sandoval Polanco
Dirección de Gobierno Electrónico (GAE)
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La transformación digital es un proceso que implica cambios profundos en la sociedad; sin embargo, no todas las personas se benefician de igual manera de estas oportunidades. Las mujeres en particular se enfrentan a barreras y desafíos que limitan su acceso, uso y desarrollo de las competencias digitales.
Históricamente, las mujeres hemos desempeñado la mayoría de las tareas del hogar, debido a la construcción social que va de generación en generación; también nos catalogan como las multitareas (como Windows OS), que no es más que realizar varias cosas a la vez, la rutina cotidiana lo demuestra. Pensando, en las tareas del hogar nunca nos imaginamos que la tecnología (forma de hacer las cosas) llegaría hasta nuestra cocina, gracias a la interconexión digital de los dispositivos que tenemos en casa, ¡qué maravilla! Dispositivos inteligentes que ofrecen eficiencia y comodidad para nosotras “las usuarias”.
Este confort lo ofrece lo que conocemos como IoT (Internet of the things) el Internet de las cosas, el cual propone simplificar y mejorar la calidad de vida de las personas; tecnología que es parte de la transformación digital, que esta última no es más que el proceso de integración de tecnologías digitales en todas las áreas de la sociedad, y nos permite imaginar una ciudad del futuro, en la que todos los trámites los podemos realizar desde la comodidad de nuestro hogar sin realizar largas filas de espera, que genera descontento por la pérdida de tiempo empleado y recurso financieros, servicios a un solo clic. Sin embargo, en muchas comunidades alrededor del mundo hoy es una realidad, mostrando casos de éxito de transformación digital.
La transformación digital es la oportunidad para avanzar hacia una sociedad igualitaria, para asegurar que las mujeres no solo sean usuarias, sino también creadoras y protagonistas de la tecnología.
Países que han logrado digitalizar sus servicios hasta en un 90 por ciento, oportunidad, asociada a la prestación de servicios eficientes, para facilitar procesos no solo en la administración pública sino a su vez en servicios prestados en entidades privadas, países en los que lo único que no se puede realizar en línea es casarse o divorciarse. La necesidad de crear esa ciudad del futuro la llevamos con un rezago de por lo menos veinte años, las generaciones índigos, cristal, arcoíris y diamante han venido a cambiar el pensamiento tradicional, ellos están construyendo sobre las tecnologías actuales, soluciones que se sustentan en las TIC.
La transformación digital se fundamenta en principios de interconexión, interoperabilidad, intercambio de datos, lo que obliga a pensar en la seguridad por medio de protocolos para la conexión de las redes (LAN, WAN, MAN), así como la parametrización idónea de los motores de bases de datos donde se depositan los datos de las personas (individuales y/o jurídicas), y porque no decir que ese intercambio de datos se convierte en información pura como el insumo más importante en el telemercadeo que recibimos constantemente en nuestros dispositivos inteligentes, la inteligencia artificial (IA) juega un papel predominante y determinante en el análisis de las tendencias y preferencias de cada persona y sus intenciones en la web.
La Comisión Presidencial de Gobierno Abierto y Electrónico (GAE) ha aunado esfuerzos sustantivos en alinear las inversiones de las TIC del Gobierno acercando los servicios a los ciudadanos, generando un inventario de aplicaciones y servicios por medio de los Programas de Gobierno Electrónico (PGE), documentos que cobran vida y dinamismo derivado a la evolución vertiginosa con la que enfrentamos la tecnología.
Sabemos que es un reto grande el poder tener nuestra ciudad del futuro, por ello materializamos la transformación digital para acercar productos y servicios a los ciudadanos por medio del internet, coadyuvamos la simplificación de los procesos administrativos de la función pública, observando los principios normativos (Constitución Política de la República, Decreto 5-2021, Decreto 47-2008, Decreto 57-2008, Acuerdo Gubernativo 200-2021); pensando en la felicidad y comodidad de las personas, reiterando que la transformación digital es la oportunidad para avanzar hacia una sociedad igualitaria, para asegurar que las mujeres no solo sean usuarias, sino también creadoras y protagonistas de la tecnología.