Licda. Karla Castrillón
Fundadora Elán Med Center
[email protected]
Socia de [email protected]
La testosterona es una hormona esencial para los hombres, responsable de una variedad de funciones importantes en el cuerpo, desde el crecimiento muscular hasta la producción de esperma y el mantenimiento del deseo sexual.
A medida que los hombres envejecen, sus niveles de testosterona pueden disminuir, los que se ven afectados por el estilo de vida, lo que puede provocar una serie de síntomas incómodos como fatiga, disminución del deseo sexual, cambios en el estado de ánimo y pérdida de masa muscular.
Entre otros factores, el estrés emocional bloquea la liberación de LH y, por lo tanto, la producción de testosterona. Por otra parte, las emociones positivas y felices como el placer sexual suben los niveles de testosterona.
Los mayores inhibidores de testosterona son el alcohol en exceso y el consumo de cigarrillos. También se ve afectada negativamente por el exceso de tejido adiposo (grasa corporal), la hiperinsulinemia, la inflamación y el estrés, lo que resulta en que la hormona masculina se convierta en estradiol. De los 700 millones de células sanas a los 18 años, solamente un 30 por ciento están vivas a la edad de 70, pues cada 4 segundos muere una célula productora de testosterona sin llegar a ser remplazada.
Cada 4 segundos muere una célula productora de testosterona sin llegar a ser remplazada.
Las bajas hormonales se pueden identificar de diferentes formas. En el aspecto físico se observa obesidad abdominal, hombros caídos y menor masa muscular. En el ámbito sexual se pierde el deseo y disminuyen las erecciones firmes, el volumen de eyaculación y la frecuencia de estas.
En cuanto al estado de ánimo, el hombre se vuelve irritable, nervioso y depresivo, afectando su lucidez mental para la toma de decisiones y la confianza en sí mismo. Por otro lado, se incrementa el riesgo cardíaco, la inflamación de la próstata y ocurren problemas en la digestión.
La buena noticia es que todo esto se puede evitar, iniciando una terapia de remplazo hormonal natural, siendo esto lo más aconsejable para evitar efectos indeseados del uso de tratamientos químicos y fármacos que pueden resultar peligrosos para la salud. Esto debe ser controlado por un médico especialista que tome en cuenta los factores del estilo de vida del paciente, para recomendar una terapia integral, regenerativa y preventiva.