El impacto inesperado del adiós de una leyenda como Karim Benzema golpeó al Real Madrid y al madridismo en el cierre de la temporada en el Santiago Bernabéu, donde el equipo blanco sumó un punto (1-1) sostenido por las paradas de Courtois contra un Athletic que saboreó la clasificación europea hasta el tanto de penal en el fin de la historia del puntero francés, en un estadio que siempre recordará su excelencia.
Jugador eterno que permanecerá en la retina del madridismo. Virtuoso que convirtió la duda, incluso el silbido a su falta de pegada, en liderazgo y goles en cuanto asumió el papel que ejercía Cristiano Ronaldo. La pérdida de un referente. El adiós a una leyenda marcó el cierre de curso en el Santiago Bernabéu.
Un Real Madrid que navegó entre la emotividad del momento y la falta de tensión competitiva por lo poco que había en juego, un puñado de millones para el club por la segunda plaza. Más para un Athletic que apuró todo lo que tuvo en su mano en la pelea por un cupo europeo. Lastrado por el mal final de temporada en uno de los escenarios más complejos, donde mostró personalidad.
Impreciso con el balón, deseando que terminara una temporada cerrada desde la eliminación en semifinales de la Champions, el Real Madrid buscó a Benzema en su día. Pese a su bajón este curso, con 14 goles menos que el anterior, el mejor de su carrera, a Karim aún le quedaba mucho futbol de quilates por dar al madridismo. Cuando apareció y se asoció con sus compañeros, alegró una tarde triste.
La diferencia de motivación debía plasmarse en el marcador. Lo evitó todo lo que pudo Courtois hasta que le fue imposible. Salvó la primera de Sancet, luego de un error de Ceballos, blando en el inicio de jugada, y nada pudo hacer el portero belga con el remate que colocó arriba el futbolista del Athletic para hacer soñar a su equipo por momentos con Europa. Osasuna empataba en su casa. La séptima plaza era asaltada.
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Títulos ganó el francés y un Balón de Oro.
Apenas duró tres minutos la alegría. Llegaron los goles de Osasuna mientras en el Bernabéu el Real Madrid no aumentaba la intensidad, falto de ideas con balón y sin balance ofensivo para generar peligro más allá de las carreras contra el mundo de Vinícius.
De un penal pedido por Vinícius, después de cuatro amagos continuos a Vivian, pero no señalado, se pasó a uno de Yuri sobre Militao, riguroso, tras una pugna por un balón alto en el que sacó un brazo el defensor del Athletic.
El regalo de despedida no lo podía desaprovechar Benzema. De penal marcó su gol 353 en 648 partidos con el Real Madrid y disfrutó de su último momento de felicidad en el Bernabéu, sintiendo todo el cariño de los seguidores. Era el punto final con la camiseta blanca a uno de los mejores delanteros de la historia del Real Madrid, figura eterna de la Liga.
La segunda plaza regresó al Bernabéu con el tanto final del Villarreal al Atlético de Madrid entre la despedida de Marco Asensio y jugadores que vivieron sus últimos momentos en el club blanco recibiendo el cariño de la afición.
353
Goles en 648 partidos marcó Benzema con el Madrid.