M.Sc. Guillermo de León Sosa
Dirección de Investigación y Análisis para el Desarrollo
Institucional INAP
La Ética como disciplina de la Filosofía atiende valores, principios y normas morales del deber ser, construidos por consensos de conglomerados sociales para orientar a los seres humanos para que sus actos se consideren buenos, justos y virtuosos, dignos de ser emulados y reconocidos públicamente.
Se constituyen en un referente histórico social para influir en las sociedades para que estas las consideren en sus actos individuales. Por otro lado, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, además de los productos que genera, está sorprendiendo a la humanidad con los efectos que estos pueden ocasionar en los estilos de vida enraizados en las décadas precedentes a las tecnologías emergentes y que, a la vez, generan dudas acerca de sus resultados benéficos y/o perjudiciales para la humanidad.
‘En ese contexto aflora lo que había estado consolidándose desde el siglo pasado con el tema de la inteligencia artificial, refiriéndose a un sistema en constante evolución, complejo y articulado de tecnologías, como el fortalecimiento de la acumulación masiva de datos digitalizados (big data), el aprendizaje automático (Machine learning), las redes neuronales, que facilitan el aprendizaje profundo o por capas (Deep learning), a través de procesos iterativos de prueba, error y ajuste.
La inteligencia artificial no es más que la conjunción de datos, máquina y algoritmos.
Reforzamiento del Procesamiento del Lenguaje Natural ya utilizado en los asistentes digitales y/o chatbots instalados por lo general en varios portales gubernamentales. No olvidemos que, en 1997, el computador denominado Deep Blue ya había dado muestras de aprendizaje cuando le ganó a Garri Kimovich Kaspárov, campeón del mundo en ajedrez, después de varios intentos en que el campeón siempre le ganaba.
En general, la inteligencia artificial no es más que la conjunción de datos, máquina y algoritmos. La inteligencia artificial ha sido aceptada en ciertos círculos, aunque se reconozca que aún es falible y hay un conformismo con ella, aunque no sea perfecta, pero sí mejor de lo que se cuenta hoy día.
Históricamente el desarrollo tecnológico ha aportado claros beneficios para la humanidad, tales como el descubrimiento temprano de algunas enfermedades, la cura de otras. Aunque han surgido también algunas amenazas; sin embargo, el saldo neto ha sido más beneficioso que perjudicial.