Ashley Furlán pasante universitaria, URL, [email protected]
En un marco de sufrimiento y devastación a causa de dos guerras mundiales, la principal motivación para fundar las Naciones Unidas fue evitar la catástrofe de la guerra a las generaciones venideras. Por ello, desde su creación, se le ha solicitado la ayuda para restaurar la paz cuando en medio de situaciones de conflicto, procurando evitar disputas que concluyan en guerra y para promover la paz duradera.
Desde 1946, el número absoluto de muertes ha ido disminuyendo a nivel mundial. Sin embargo, cada vez aumenta más la violencia y los conflictos derivados de tensiones regionales sin resolver, los beneficios económicos ilícitos, el desmoronamiento del Estado de derecho, la ausencia de instituciones estatales o su usurpación y la escasez de recursos agravada por el cambio climático.
Algunas estimaciones indican que, si las tasas de homicidio siguen aumentando, no se alcanzará el objetivo número 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sobre paz, justicia e instituciones sólidas.
29 de mayo: Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas.
La ONU despliega tropas en diferentes partes del mundo, para ayudar a los países a superar el duro camino de la conflictividad. Más de 4200 de las fuerzas de mantenimiento de la paz han perdido la vida bajo la bandera de las Naciones Unidas. Todo por salvar y transformar vidas en las situaciones
frágiles alrededor del mundo.
El 29 de mayo se conmemora el Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas para reconocer el servicio y sacrificio del personal de mantenimiento de la paz. Dentro de los países que colaboran con las fuerzas de paz está Guatemala, un aliado histórico y miembro fundador de la ONU.
Este año, el lema es “la paz empieza conmigo”, como una reflexión sobre qué acciones estamos tomando cada uno de nosotros para fomentar la paz en nuestro entorno. ¿Cómo estamos respondiendo ante los conflictos de nuestro día a día, con nuestros compañeros de estudio, trabajo, vecinos o familia? La paz comienza en nuestro entorno, pero tampoco podemos ignorar lo que pasa más allá, en nuestra sociedad, en el país, en el mundo. ¿Qué acciones estamos tomando para sumar a una cultura de paz?
El legado, valor y compromiso de los 87 mil cascos azules que prestan sus servicios hoy nos inspira y recuerda que debemos tomar acción, pues “la paz empieza conmigo, contigo y con todos nosotros”. Hay mucho que hacer para construir el futuro que queremos. Y tú, ¿qué acciones estás tomando para fomentar la paz?