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Roma, EFE. La Juventus sufrió este lunes un doble varapalo que puede sentenciar su temporada: recibió una sanción de 10 puntos que la relegó a la séptima posición justo antes de su partido liguero, algo que afectó notablemente al conjunto turinés en el campo, donde cayó sin paliativos contra el Empoli (4-1), complicándose así su presencia en Europa la próxima campaña.
Temporada muy extraña la que está viviendo el conjunto de Massimiliano Allegri, que pasó por un cambio de directiva a finales de noviembre, por una sanción de 15 puntos en enero que le fue retirada en abril y por una nueva sanción a falta de 2 jornadas para el fin del campeonato, sin margen de error. El último topetazo, el del castigo, en una semana en la que cayó en las semifinales de Liga Europa contra el Sevilla cuando rozó la final.
Son demasiados golpes en un plazo corto de tiempo para un equipo que, además, había conseguido colocarse segundo en la tabla pese a haber pasado por grandes dificultades futbolísticas, que pareció haber solucionado pero que volvieron a comparecer en el estadio Carlo Castellani, frente a un rival sin nada en juego que simplemente se aprovechó de una escuadra bianconera hundida, incapaz de reaccionar en el momento de máxima tensión de la temporada.
El conjunto juventino necesitaba de la victoria de manera urgente para volver a estar en la pelea, teniendo en cuenta el enfrentamiento contra el Milan de este domingo que se antojaba definitivo para una de las dos escuadras. Eran cuatro las jornadas seguidas que la vecchia signora no perdía en Serie A, pero rompió la racha en el peor momento, en el de máxima urgencia.