Fotos: Cortesía Cheili González
Combinar la maternidad con cualquier profesión no es tarea sencilla y si se trata de una deportista de alto rendimiento se complica aún más para quienes deciden enfrentarse a estos retos, que se obtienen porque lo hacen con “amor”.
Cheili González es un ejemplo de la pasión que conlleva ser madre, atleta y senséi, pues la karateca abrió un gimnasio para transmitir sus conocimientos a futuras generaciones.
“Para mí es una gran satisfacción, pues uno no se imagina que puede lograr tanto; pero con el tiempo, esmero y dedicación se alcanza el objetivo. Ser madre te transporta a otra aventura, pero es una fortaleza que la impulsa a una y no se sabe lo que se puede alcanzar hasta que llega el momento”, dijo la múltiple medallista panamericana.
“He notado que con la maternidad vienen nuevos retos y cada vez más grandes. Mi hijo ha sido exigente desde pequeño y siempre quiere estar conmigo, pero no puedo llevarlo a las competencias y ha aprendido que, cuando salgo, es por él que voy a participar; aparte, está el reto de dar clases y ser maestra y ejemplo para los demás”, agregó González, subcampeona mundial en 2004.
“Ahora estamos ubicados con el gimnasio en Aquatic Center, en las instalaciones de Álvaro Fortuny; contamos con estructuras amplias y muy bien acondicionadas. Gracias a Dios se dio la oportunidad y entre los grupos tengo pequeños desde los 2 años, lo cual es inspirador verlos desarrollarse desde tan temprana edad”, resaltó la destacada atleta guatemalteca.