Desde el primer día de Gobierno, la preocupación y atención de la niñez desvalida ha marcado la gestión del Presidente de la República, quien, personalmente, coordina y gestiona las acciones de protección y alivio.
La principal iniciativa en esta materia es, sin duda, la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (GCNN), un mecanismo que unió a todas las instituciones públicas que manejan programas o proyectos a favor de niños y niñas.
Dicha lucha, que nació un mes después de la toma de posesión (14 de enero de 2020), no distingue banderas, colores, partidos o emblemas. “Esta es una tarea que, desde los consejos comunitarios, municipales y departamentales de seguridad alimentaria y nutricional debemos enfrentar”, reiteró el mandatario en noviembre pasado, en el marco de su programa televisivo.
Lo cierto es que, continuamente, instituciones gubernamentales atienden a las familias más necesitadas. La acción más reciente ocurre en estos momentos, cuando la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep) entregó la tercera bolsa de víveres de 2023 a 12 769 infantes registrados en el Programa Hogares Comunitarios, centros que apoyan la
nutrición integral, la salud preventiva y el desarrollo psicosocial de menores de 7 años.
Los ministerios de Educación, Salud, Ambiente y Desarrollo, por citar algunas entidades, hacen lo propio mediante la entrega de alimentos, medicamentos o construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales, con las que se combate la desnutrición y sus consecuencias.
Cuarenta meses después, el máximo dignatario de la nación continúa firme en sus principios y valores, mismos que han guiado su labor al frente del Organismo Ejecutivo. Hablamos de una visión que puso en primer plano “la generación de las mismas oportunidades de desarrollo, de educación, de acceso a una buena alimentación y de servicios de salud de calidad” para todos.