Aunque las evaluaciones realizadas por las calificadoras Fitch Ratings, en febrero, y S&P Global Ratings, en abril, implican avances significativos, las noticias no han alcanzado el protagonismo informativo correspondiente, pese a que se trata de un éxito del Estado que tendrá repercusiones importantes en los guatemaltecos.
A lo anterior se pueden agregar las consideraciones que emitió el comité de expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que visitó el país entre el 28 de febrero y el 13 de marzo pasados, que también valoró las fortalezas macroeconómicas, que tienen pocos referentes en los últimos años.
En síntesis, las conclusiones de las agencias internacionales coinciden en resaltar tres aspectos: la capacidad de la economía nacional para sobreponerse a contextos adversos y la mejora de la recaudación tributaria, que, valga recordar, el año pasado alcanzó el 12.1 por ciento con respecto al producto interno bruto (PIB), compromiso que forma parte de los Acuerdos de Paz Firme y Duradera suscritos en 1996, que había sido incumplido.
Además, estos especialistas destacan el moderado nivel de la deuda pública, mérito que en Latinoamérica muy pocas naciones pueden presumir. De esa cuenta, no debe extrañar que la ensambladora japonesa Yazaki y Millicom International Cellular, por citar dos acontecimientos recientes, miraran hacia esta nación y decidieran venir a invertir, confiados, además, en la certeza jurídica y en las reglas claras que se ofrecen.
Adicionalmente, es imposible contradecir al secretario de Comunicación Social cuando afirma que las evaluaciones son “pruebas fehacientes de que las acciones implementadas por el Gobierno han fortalecido la macroeconomía” y, con ello, se ha abierto una oportunidad sinigual para los dueños del capital. En breve, se espera que Moody´s, la otra calificadora de prestigio universal, juzgue nuestra situación financiera, la cual, confiemos, confirmará el histórico momento que pasa nuestra economía.