El programa Fomentando la Transición Ecológica de Petén marcará, sin duda, un hito en la historia del país, aunque en particular en el departamento más extenso y olvidado de la nación, donde se ubica uno de los atractivos turísticos más importantes del mundo: Tikal.
El proyecto, impulsado por el Organismo Ejecutivo e integrantes de la comunidad internacional, es una receta sobre cómo se construyen el desarrollo y la prosperidad inclusivas, que está llamado a ser referencia nacional e internacional. La estrategia no deja nada al azar y está
pensada en las ciudades del futuro, que enlazan alto rendimiento comercial, pero también respeto indiscutible por el medioambiente.
Por eso no extraña que la presentación de la iniciativa la liderara el jefe de Estado y algunos de sus funcionarios más cercanos. La propuesta incluye un esfuerzo multisectorial que permitirá el incremento de la producción agrícola, ganadera, de silvicultura y turística, que garantizará el
despegue económico de ese territorio.
Además, contempla la construcción y equipamiento de rellenos sanitarios, alcantarillados y plantas de tratamiento en diferentes municipios de Petén, así como la mejora de instalaciones turísticas y ambiciosos planes para la introducción de tecnologías de la información y de las comunicaciones.
Adicionalmente, prevé la mejora de los controles de incendios forestales, accidentes que
amenazan la preservación de uno de los pulmones del universo, donde habita una diversa y sin igual flora y fauna.
Como todo estudio serio y profundo, este cuenta con el financiamiento que permitirá honrar los compromisos. Por ejemplo, la Unión Europea donará 40 millones de euros, mientras que España, Alemania, Suecia y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) trasladarán, en conjunto, otros 7.6 millones de euros.
En fin, este pacto verde, como se le denominó, es el comienzo de un movimiento pensado en los peteneros, que ilusiona y mueve a todos los guatemaltecos.
