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El Ministerio de Exteriores de Rusia convocó, por injerencia en sus asuntos internos, a los embajadores de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, a raíz de sus críticas a la condena de 25 años de cárcel impuesta la víspera por un tribunal ruso al opositor Vladímir Kara-Murzá.
“Debido a la burda injerencia en los asuntos internos de Rusia y a actividades que no se corresponden con el estatus diplomático, han sido citados al Ministerio de Exteriores los embajadores de EE. UU., Reino Unido y Canadá”, señala el comunicado de Exteriores.
La portavoz, María Zajárova, acusó a los tres embajadores de “injerencia directa en los asuntos de Rusia” y de intentar “ejercer presión sobre el sistema judicial ruso”.
La embajadora estadounidense, Lynne Tracy, tachó el fallo dictado como “intento de silenciar el disenso en este país”; la embajadora británica, Deborah Bronnert, dijo estar consternada por el veredicto, que relacionó con “las valientes declaraciones” de Kara-Murzá contra la intervención
militar en Ucrania; a lo que se sumó la diplomática canadiense, Alison LeClaire.
Zajárova advirtió que “los diplomáticos involucrados en esa labor subversiva serán expulsados”.