Guillermo Monsanto
Foto: Cortesía Guillermo Monsanto
Este colectivo, integrado por Mario García, Alfredo García Gil y Fernando Ixcamey, tiene ya una trayectoria conocida. Entre su obra más señalada destaca, sin lugar a duda, las pinturas de grandes dimensiones que ocupan hoy el espacio que en su momento tenían los siniestrados lienzos de Tomás de Merlo en el Calvario de La Antigua Guatemala. Trabajos que pueden considerarse de carácter público y que relucen como legado pictórico por las peculiaridades que aportan.
Más allá de estas creaciones, y en lo individual, cada uno ha propuesto un imaginario cercano al realismo mágico, lo abstracto (en algunas ocasiones) y la libre creatividad. Hay un ascendente urbano en que lo cotidiano se aprecia desde otra perspectiva para así quedar descontextualizado de su realidad.
Es desde estas libertades que los tres se amarran temáticamente y le otorgan, al mismo tiempo, independencia a lo estilístico. Esta acción les permite fluir sin afectar su propio ejercicio expresivo.
Un boceto es un dibujo, en 2 o en 3 dimensiones, realizado por lo general a mano alzada.
En esta ocasión, Barroco Contemporáneo (nombre de la tríada) confeccionó una muestra antológica que debe considerarse como íntima en muchos sentidos. Primero, por el carácter que posee mostrar una propuesta naciente, o sea un boceto, y segundo, porque conduce a una etapa previa de diálogo de una composición que aún no ha llegado al soporte final. Es, entonces, la conversación entre los artistas y la idea que surge de la motivación de hacer.
Un boceto es un dibujo, en 2 o en 3 dimensiones, realizado por lo general a mano alzada con el que se pretende representar el ideal de un sujeto u objeto. Puede contener cualquier tipo de anotación referida a detalles relacionados a materiales, dimensiones, procesos y otros aspectos. Aunque este sea una guía para otro soporte final, debe considerarse como obra conclusa debido a la propia génesis del concepto.
Entre la selección también se pueden apreciar la inclusión de óleos con temas relativos, también, a motivos sacros. En este caso, lienzos surgidos de las inquietudes por las que transitan los tres pintores. Si bien la figura humana es el eje del que parte la colección presentada hay, en la particular aplicación del pigmento, una refulgente idea de la intensidad y el papel que los tonos poseen dentro de la psicología de sus sujetos.
La exposición nos desvela los derroteros de tres artistas que se sienten cómodos con los pinceles, los colores vibrantes, el dibujo, soportes convencionales y otros elementos que denotan escuela, formación y experiencia. No están experimentando, crean y de allí surge su inconfundible impronta. Esta exhibición promete, según se puede apreciar, un encuentro con lo fundamental. Nos lleva de la mano por el ejercicio que se traduce en el sumario de los valores que los identifica unitaria y conjuntamente.
La colectiva está abierta al público desde el 5 de abril en el Studio Pensativo House Hotel, en La Antigua Guatemala, y puede visitarse en horas hábiles.