José Mª Muruzábal del Solar
Colaborador de la Catedra de Patrimonio y Arte Navarro
En el cambio de década apuntamos dos pintoras más. La primera de ellas es Isabel Baquedano (Mendavia, 1929 – Madrid, 2018). Isabel Baquedano inició su trayectoria en los años cincuenta; estudió Artes y Oficios en Pamplona, donde luego fue profesora desde 1957 hasta su jubilación y en la Academia de San Fernando en Madrid.
Está incluida en lo que se denominó la Escuela de Pamplona, a la pertenecen artistas como Morrás, Salaberri, Aquerreta o Azketa. Es uno de los escasos artistas navarros con obra en Reina Sofía de Madrid. No cabe duda de que estamos ante un auténtico puntal del arte navarro del siglo XX y una de las pintoras de mayor nivel estético de nuestra comunidad.
Comenzó trabajando en la figuración realista, sin perder de vista el arte pop o la crítica social. Los paisajes urbanos, integrando figuras humanas en un ambiente de soledad, la realidad cotidiana, los temas de la historia del arte como el circo o el Antiguo y el Nuevo Testamento, constituyen su interés hasta crear un universo propio, en innovación constante.
Realiza en 1956 su primera exposición individual en la sala de García Castañón.
La segunda artista a considerar es Ana María Marín (Elizondo, 1933 – 2020), sin duda otra artista básica dentro del panorama de nuestra pintura. Resultó exiliada, junto a toda la familia, a Francia; su padre fue alcalde del Valle de Baztán en tiempo de la República.
Inició sus estudios de pintura con el pintor Ismael Fidalgo hasta 1952, fecha en la que se traslada a Madrid por consejo de la pintora Menchu Gal, continuando sus estudios en el Círculo de BBAA de Madrid. En 1954 expone en Madrid con los pintores Álvaro Delgado, Redondela, Ibarrola, Menchu Gal, etc.
Realiza en 1956 su primera exposición individual en la sala de García Castañón de Pamplona. Ha trabajado muchísimo por la cultura de su Valle del Baztán y por la de Navarra entera. Fue alcalde jurado de Elizondo. Durante muchísimos años expuso, en los veranos, en su casa de Vergarenea en Elizondo, lo que se convirtió en un acto social y cultural de primera magnitud. El año 2013 celebró una gran exposición antológica, de sus 60 años de pintura, en la Ciudadela de Pamplona.
La producción estética de esta artista trabaja el óleo y la acuarela. De los influjos que muestra su obra ella siempre habla de Van Gogh y de su amiga y maestra Menchu Gal. Aunque no ha huido de representar figuras o naturaleza muerta, Ana Mari Marín es una paisajista, una de las más grandes que ha dado Navarra. Y pintora en especial de su Valle del Baztán, de sus pueblos y rincones, de sus colores y de sus estaciones.
Continuará…