La última fase de la incorporación plena de El Salvador con Guatemala y Honduras en la Unión Aduanera se encuentra en proceso y, en el mediano plazo, se concentra en el perfeccionamiento de las herramientas de facilitación de comercio entre los países del Triángulo Norte.
Se trata de la Declaración Anticipada de Mercancías, el uso de tecnologías, mejoras en las condiciones para operar las Aduanas Periféricas establecidas y la optimización en las gestiones de riesgo de las instituciones que intervienen en frontera, para consolidar la información en las plataformas regionales.
Así lo dio a conocer la Intendencia de Aduanas de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), la cual agregó que para el control de las mercancías que se comercializan entre el territorio nacional y la nación vecina se cuenta con tres Puestos Fronterizos Integrados (PFI) y un módulo de verificación electrónica (caseta tipo peaje) para efectos del control migratorio de los conductores.
En tanto, en largo plazo, se explicó que espera consolidar el Territorio Aduanero Único de manera que permita generar mayores grados de facilitación de comercio y, en consecuencia, posicione al proceso como una estrategia de atracción de inversiones extranjeras en relación con su localización geográfica.
La dependencia aduanera resaltó que la integración profunda ha incidido positivamente en el comercio de los estados participantes, dado que las cifras muestran un crecimiento sostenido del 62 por ciento para Guatemala y El Salvador, en valores de operaciones medidas de la Factura y Declaración Única Centroamericana (Fyduca), de 2018 a 2022.
Con la adhesión salvadoreña se agilizará el intercambio de bienes y mercancías en un mercado de 32.1 millones de habitantes, que representa el 73.7 por ciento de la población de la región, revela el Sistema de Integración Centroamericana (Sica).