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Inglaterra extendió sus vitrinas para introducir su segundo título después de la Eurocopa que ganó 2022 y a la que sumó una Finalissima luego de terminar con la resistencia de Brasil, que aguantó en Wembley hasta los penales después de empatar 1-1 para caer desde los 11 metros con una parada de Mary Earps y un lanzamiento errático de Rafaelle.
Wembley, lleno casi a reventar (83 132 espectadores), respondió a la llamada de la primera edición de la Finalissima. Inglaterra, campeona de Europa, y Brasil, de América, ambas en 2022, midieron las fuerzas de ambos continentes y el combinado brasileño demostró que las diferencias se acortan y cada vez son más igualadas gracias a un gen competitivo con el que pudo sobrevivir hasta la tanda de penales gracias a un tanto agónico en el minuto 93 de Andressa.
Brasil llegó a la cita como el máximo dominador de su continente. Desde hace décadas. Los datos avalan un abuso tremendo de la selección que dirige Pua Sundhage: de las 9 Copas de América que se han disputado, ha ganado 8. Solo Argentina, en 2006, rompió la hegemonía brasileña; fue una excepción.
Pero a nivel global, el Mundial jamás lo ha ganado un equipo sudamericano. Estados Unidos, con 4 de 8 títulos posibles, ocupa el lugar más alto del podio. Alemania, con 2 trofeos y Noruega y Japón, con uno, continúan la lista. Brasil, en 2007, rozó el éxito con un subcampeonato y años después calienta motores para intentar dar un golpe de efecto en la Copa del Mundo que se disputará este verano en Australia y Nueva Zelanda.