María del Carmen Fischer Sandhoff
Egresada MBA, embajadora ADEN International Business School
Hace ya varios años, los activos, tales como mobiliario y equipo, se podían reparar, de igual manera las planchas, las estufas, licuadoras y otra serie de accesorios incluso tecnológicos. Los años transcurrieron y estos activos se convirtieron en desechables; están fabricados únicamente para durar cierto rango de tiempo, lo cual nos obliga a “invertir” en la adquisición de los equipos/productos que son necesarios porque “dejaron de funcionar”.
En esta evolución del mundo, las familias olvidaron enseñar a sus nuevas generaciones el hábito del ahorro. ¿Por qué se debe continuar con esa buena práctica? Porque a pesar de la evolución del mundo, hay ciertos eventos por ejemplo: una enfermedad o un accidente que desequilibran las finanzas familiares.
El ahorro siempre será una buena costumbre y además de cubrir eventualidades y emergencias también puede ser utilizada para eliminar deudas, realizar un viaje que siempre se había deseado, adquirir un bien inmueble y otras muchas inversiones que se puedan presentar. La pregunta aquí sería ¿cómo hacer para iniciar la buena costumbre de un ahorro familiar. Lo primero es plasmar en papel o en cualquier medio digital una lista detallada de gastos mensuales que se tienen.
Analice si hay gastos innecesarios o provocados por un hábito o vicio.
Luego integrar una columna con los ingresos y analizar el resultado. Puede haber sorpresas en donde haya más gastos que ingresos; o bien podría haber un excedente de ingresos, que sería un excelente escenario. Si sucede lo primero, hay que hacer un análisis de los gastos y determinar cuáles son aquellos que se pueden eliminar o disminuir, de tal manera que los ingresos sean mayores que los gastos.
Para ello, analice si hay gastos innecesarios o provocados por un hábito o vicio, otro habito podría ser ingerir bebidas gaseosas de forma constante, otro buen ejemplo sería el dejar de pagar una app que lejos de contribuir a su buena inversión de tiempo se lo quita, llevar almuerzo de casa en vez de comprar en restaurante todos los días, la lista puede continuar, cito estos ejemplos para dar algunas ideas.
Controla los gastos de las cosas que compras diariamente y analiza qué gastos son los realmente indispensables. Muchas veces no le damos importancia a gastos tales como, un café o una golosina; sin embargo, estos afectan directamente a nuestro presupuesto; y, si tenemos la costumbre de realizar “esos pequeños gastos” todos los días, perjudicaremos la posibilidad de incrementar nuestros ahorros. Ahorrar contribuye a mejor tu futuro.
Te permite alcanzar metas personales y familiares y, como he mencionado antes, también te permite estar preparado para cualquier imprevisto. A veces, cuando pensamos en ahorrar, imaginamos que es un hábito muy complicado de manejar, que requiere, además, de un enorme esfuerzo para obtener los resultados que esperamos. Lo verdad es que sí es posible ahorrar con acciones sencillas que nos permitirán alcanzar nuestros objetivos de una manera efectiva.
Cada persona cuenta con personalidad propia en donde se adapta a un método diferente de acuerdo con su estilo de vida. Una vez determinados los gastos, se determina el porcentaje del ingreso que se aporte al ahorro. Un buen porcentaje podría estar entre un 3 y un 5 por ciento. En la medida que el ahorro crezca en forma mensual y ordenada, las familias se estarán preparando proactivamente para cualquier eventualidad.
Es aconsejable realizar esta actividad de ahorro en una cuenta especifica, actualmente los bancos cuentan con opciones de “cuenta objetivo” o “cuenta propósito”. Si sobreviene un evento inesperado, se cuenta con un capital para hacerle frente total o parcialmente según el monto que se tenga ahorrado en ese momento.
Con lo antes expuesto, los insto a trabajar en sus presupuestos personales e inicien la buena práctica del ahorro. Padres de familia, enseñen a sus hijos el buen habito del ahorro; ellos se los agradecerán el día de mañana y sabrán trasladarlo a su siguiente generación.
