En una semana, los guatemaltecos vivirán el esplendor de la Semana Santa, fecha en la que se suelen combinar actividades espirituales y recreativas. Lo cierto es que la mayoría de connacionales aprovecha el asueto generalizado para regresar a sus lugares de origen o visitar a familiares o amigos que viven en el interior del país.
Por lo masivo del movimiento de personas y automóviles, esta época se convierte en un riesgo
individual y colectivo, al que el Gobierno enfrenta con solidaridad y planificación.
Entre los principales objetivos de las estrategias oficiales destacan los operativos de información y prevención que se instalarán en las principales carreteras del territorio nacional. La iniciativa incluye patrullajes a pie y motorizados, con el propósito de proteger la integridad y el patrimonio de turistas nacionales y extranjeros.
En este sentido, el Ministerio de Gobernación definió desde hace algunas semanas las acciones que implementará, que incluyen el resguardo de centros de prisión, aduanas, comercios, etcétera.
Paralelo a lo expuesto, otras carteras hicieron sus planteamientos para facilitar la expresión religiosa o turística. Por ejemplo, los encargados de los despachos de Economía y Energía y Minas están comprometidos en evitar alzas inmoderadas en servicios y productos.
La coordinación en el Organismo Ejecutivo no permite descuidos, razón por la cual abarca campañas de promoción de sitios y lugares hasta la limpieza de las principales playas, con el fin de que los veraneantes no solo disfruten el momento, sino que, lo más importante, regresen a esos destinos e incentiven la economía familiar y comunitaria.
Finalmente, conviene esperar que los ciudadanos aporten su grano de arena, lo que incluye
actuar, en todo momento, con responsabilidad, respeto y, especialmente, denunciar los abusos de los que sean objeto.