Marie ENGEL
Representante de Onusida en Guatemala, Honduras y Nicaragua
El Día de la Cero Discriminación pone de manifiesto cómo todas las personas pueden informarse y fomentar la inclusión y, sobre todo, contribuye a crear un movimiento mundial de solidaridad para poner fin a cualquier forma de discriminación.
El símbolo de la campaña en favor de la cero discriminación es la mariposa, que generalmente se considera un símbolo de la transformación. La discriminación sigue siendo moneda común. Nacionalidad, sexo, edad, origen étnico, la condición u orientación sexual y la religión son, desafortunadamente, muchas veces causa de alguna forma de discriminación.
Por ejemplo, solo en 3 de cada 10 países del mundo el mismo número de chicas y chicos estudia en el nivel secundario superior, y las personas con algún tipo de discapacidad tienen el triple de posibilidades de que se les deniegue la atención sanitaria en comparación con otras personas. Al principio de la pandemia de Covid-19 nos hartamos de escuchar que los virus no discriminan.
Sin embargo, una vez más fuimos testigos de que las crisis y las sociedades sí lo hacen. El Covid-19 ha hecho aún más grandes las fisuras ya presentes en la sociedad. Hemos visto que las comunidades marginadas, ya al límite, son las que sufren los mayores reveses económicos. La discriminación mata y, como parte de esa concientización, Onusida pone de relieve el hecho de que el VIH sigue estando acompañado de una epidemia social de estigmatización, discriminación y exclusión social.
Celebramos el derecho de todas las personas a vivir una vida plena y productiva con dignidad.
Los datos de 50 países del Índice de estigma en personas que viven con el VIH indican que una de cada ocho personas con VIH afirma que se le ha denegado la asistencia sanitaria. Es preciso resaltar que la respuesta al VIH tiene muchos motivos para sentirse orgullosa, en particular por lo que se refiere al acceso a los medicamentos contra el virus: tres cuartas partes de las personas que viven con el VIH están en tratamiento.
No obstante, estos avances podrían redoblarse si no existiera el obstáculo de la discriminación contra las personas que viven con VIH. Los desafíos como el estigma y la discriminación, que ya conocemos, se han vuelto a veces más sutiles, pero igualmente perjudiciales, como la negativa de acceso a herramientas de prevención del VIH, o el estigma interno.
La estrategia Indetectable = Intransmisible constituye una valiosa herramienta para eliminar el estigma del VIH, pero no es suficientemente conocida entre la población general en la región centroamericana. Indetectable = Intransmisible quiere decir: cuando una persona que vive con el VIH sigue un tratamiento antirretrovírico efectivo, la carga vírica desciende tanto que el VIH se vuelve indetectable (menos de 50 copias por mililitro de sangre).
Y una persona con una carga vírica indetectable no puede transmitir el VIH. Este editorial esperamos nos ayudará a visibilizar el mensaje de Indetectable = Intransmisible. Todos podemos desempeñar un papel activo denunciando la discriminación allí donde la vemos, sensibilizando a otras personas y defendiendo cambios en las leyes. Habríamos de empezar por detener la desigualdad y la discriminación que sucede a nuestro alrededor.
En el Día para la Cero Discriminación se pide de todos que valoremos y abracemos la diversidad y que reconozcamos los diferentes talentos y capacidades que cada persona lleva consigo, unos talentos que enriquecen a la sociedad y fortalecen las comunidades. Todos podemos mostrar nuestro apoyo a #zerodiscrimination con dibujos, fotografías, audio y vídeo.
Las contribuciones pueden publicarse en Facebook, Twitter e Instagram, para ilustrar historias personales que tengan que ver con superar y dejar atrás la discriminación. Acabar con cualquier tipo de discriminación es una cuestión ética, una cuestión de derechos humanos y es necesario para asegurar que nadie queda atrás en los esfuerzos hacia el desarrollo sostenible y hacia un mundo más justo e inclusivo.