Dr. Jorge Antonio Ortega G.
[email protected]
Al retornar y fijar nuestra atención en el campo de batalla a escasos días de un año de hostilidades, palpamos la tremenda devastación, la cantidad enorme de fallecidos de ambos bandos, los daños colaterales en las relaciones internacionales y las alianzas alrededor de los intereses contrapuestos. En los primeros meses del año en curso la dinámica del teatro de guerra se mantiene en un equilibrio de fuerzas en lo que se refiere a las operaciones militares de tierra.
Las actividades marítimas y aéreas continúan aumentando en su intensidad por las tropas de la Federación Rusa sobre los objetivos de instalaciones críticas complicando la pervivencia de las poblaciones y de los soldados ucranianos. La disposición de occidente de proporcionar tanques al Estado de Ucrania, así como el apoyo económico, está generando escozor en el gobierno moscovita que a través de su ministro de Relaciones Exteriores advierte de abstenerse de proporcionar apoyo al Gobierno de Kiev y amenaza con expandir el conflicto a otras latitudes.
Las informaciones de Inteligencia alertan sobre una ofensiva masiva por parte de los rusos, por lo cual los mandos militares ucranianos se preparan para una defensa en profundidad y operaciones ofensivas de penetración y de infiltración en la retaguardia del invasor. ¡La mejor defensa es la ofensiva! Las fuerzas ucranianas aseguran que han destruido 294 aviones, 283 helicópteros, 1941 drones, 796 misiles de crucero, 18 embarcaciones, 5000 vehículos y tanques de combustible y 199 piezas de equipamiento especial (2180 sistemas de artillería y 221 sistemas antiaéreos). A lo anterior calculan que más cerca de 100 000 militares rusos fueron abatidos desde el inicio de la invasión el 24 de febrero del año pasado.
Por otra parte, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, denunció que Irán está proveyendo a Rusia drones con los que atacan instalaciones críticas en Ucrania. Rusia mantiene asedio contra la localidad ucraniana de Bakhmut; en dicha ciudad se combate metro a metro donde se encuentran los mercenarios del Grupo Wagner, razón por la que Kiev pide más ayuda a Occidente para fortalecer la resistencia. Las fuerzas rusas han profundizado los ataques en la región de Donetsk en su afán de conquistar dicha localidad, situación compleja por los severos cortes de electricidad, la falta de agua y la escasez de alimentos para la población civil.
El Ministerio de la Defensa de Rusia afirmó que capturó la localidad de Blagodatne, situada al Este de Ucrania y al Norte de Bakhmut, donde se han intensificado los combates y el ejército ruso avanza lentamente debido a la fuerte resistencia de las tropas ucranianas y la población. Los combates son encarnizados, lo cual se puede visualizar que debido a la intensidad de la batalla es el objetivo inmediato de las tropas rusas y restablecer de nuevo la iniciativa de la ofensiva en dicho sector del campo de batalla.
“Ucrania y nuestros socios harán todo lo necesario para garantizar que las intenciones de Rusia, de pasar a una nueva etapa de ofensiva con el objetivo de vengarse, fracasen”, aseveró el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski en su mensaje vespertino a la población de su país. Además, señaló a una coalición de tanques, a la espera que se involucren “tantos países como sea posible”, para tener éxito en el teatro de guerra frente a la Federación Rusa. Recalco a sus socios que: “Necesitamos trabajar juntos”, y advirtió del peligro del uso de mercenarios por parte de Rusia en sus intentos de lograr el éxito en la guerra. Luego de serias divisiones de criterios, las naciones occidentales finalmente acordaron enviar modernos tanques con estándares de la OTAN, una de las armas más poderosas de sus ejércitos convencionales. Polonia está en el corazón del esfuerzo occidental como centro logístico, proveedor de armas y aliado estadounidense clave en
Europa del Este.