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Del regreso de Vinicius a su mejor versión al oportunismo de un canterano tocado por una varita mágica como Sergio Arribas, transcurrió una semifinal de resultado engañoso (4-1). Con los tantos intermedios de Rodrygo y Valverde, el Real Madrid entrelazó momentos de superioridad con la duda contra el Al Ahly, antes de golear para ir a la final del Mundial de Clubes, en la que se medirá a Al Hilal saudí.
En momentos en los que el futbol de Vinicius sufrió un apagón lejos del Santiago Bernabéu, víctima de provocaciones que lo alejaron de su juego letal, encontró el brasileño en Rabat el escenario perfecto para volver a brillar.
Era un encuentro en el que debía aparecer Vini y respondió ante la obligación. Todo recayó sobre la pareja brasileña Rodrygo-Vinicius, ya que Ancelotti perdió a Marco Asensio a última hora por una molestia muscular e introdujo a Fede Valverde, cumplidor.