António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
Se deben superar las divisiones y restablecer la confianza, lo cual implica una acción climática significativa, y una acción climática inmediata. La batalla para mantener vivo el límite de 1.5 grados se ganará o se perderá en esta década bajo nuestra mirada. Debemos reconocer que la batalla se está perdiendo. Tenemos que actuar juntos para cerrar la brecha de emisiones, lo cual significa eliminar progresivamente el carbón y potenciar la industria renovable, lo cual requiere acabar con el uso de los combustibles fósiles y poner fin a la destrucción de la naturaleza.
Los mayores emisores, los países del G20, deben unirse en torno a un Pacto de Solidaridad Climática en el que hagan esfuerzos adicionales en la década de 2020 para mantener vivo el límite de 1.5 grados. Y esto no funciona si los países desarrollados atribuyen la responsabilidad a las economías emergentes, y estas a los países desarrollados.
Tienen que unirse, sumar todas sus capacidades (financieras y tecnológicas) y que los países desarrollados proporcionen asistencia financiera y técnica para ayudar a las principales economías emergentes a acelerar su transición hacia las energías renovables. Porque, si no lo hacen, no podremos reducir las emisiones al nivel necesario para mantener el objetivo de 1.5 grados.
Los países del G20 deben unirse en torno a un Pacto de Solidaridad
Climática.
Pero nuestros objetivos climáticos necesitan el pleno compromiso del sector privado. Lo cierto es que cada vez son más las empresas que se comprometen a reducir a cero su huella de carbono. Hemos creado un Grupo de Expertos en Compromisos de Reducción de Emisiones a Cero. Recientemente, el grupo ha publicado una guía práctica sobre compromisos de emisiones netas cero creíbles y responsables.
Aquí en Davos, hago un llamamiento a todos los líderes empresariales para que actúen basándose en estas directrices. Que presenten planes de transición creíbles y transparentes sobre cómo alcanzar el objetivo de cero emisiones netas ( y que presenten esos planes antes de finales de este año. Ahora bien, la transición hacia el cero neto debe basarse en reducciones reales de las emisiones) y no depender esencialmente de los créditos de carbono o de los mercados en la sombra.
Es cierto sobre el compromiso del sector privado con el clima se aplica a toda una serie de retos. La acción gubernamental es fundamental. Debemos encontrar vías para impulsar la capacidad del sector privado de desempeñar plenamente su papel para el bien. Y hay que reconocer que, en muchos aspectos, el sector privado está hoy a la cabeza, pero, en cierta medida, se ve socavado por la acción gubernamental, o por la falta de acción gubernamental. Los gobiernos deben crear los entornos normativos y de estímulo adecuados para apoyar al sector privado, en lugar de mantener normas, subvenciones y otras formas de actuación que socavan los esfuerzos del sector privado por avanzar en la acción por el clima.
Los modelos y prácticas empresariales deben reformularse para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Si no se crean las condiciones para el compromiso masivo del sector privado, será imposible pasar de los miles de millones a los billones que se necesitan para alcanzar los ODS. Liderar la ampliación de las oportunidades económicas para las mujeres.
Garantizar un mayor compromiso y cooperación para la equidad en materia de vacunas. Lograr la seguridad alimentaria mundial. Y para ello necesitamos la cooperación del sector privado para que las exportaciones ucranianas y rusas de alimentos y fertilizantes sigan fluyendo y sean asequibles. Incluso en medio de la guerra, el sector de los seguros ha contribuido a apoyar el movimiento de los buques de Ucrania y Rusia.
Necesitamos urgentemente la participación de otros actores del sector privado, como el sector bancario, los comerciantes y los transportistas.