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El Gobierno chileno puso en alerta la región metropolitana de la capital y las áreas céntricas de Maule y O’Higgins ante la posibilidad de que esta semana se desaten incendios por la previsión de altas temperaturas, algo que puede dificultar aún más el trabajo en el sur, arrasado por el fuego más devastador en décadas.
“Se instruyó preparar todos los equipos ante la eventualidad y necesidad de tener que combatir incendios que puedan presentarse, y se activan todos los recursos en materia de prevención para fortalecer cortafuegos y la seguridad”, informó a los medios el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
Adicionalmente, el funcionario detalló que las autoridades han detenido hasta el momento a 15 sospechosos de ser responsables de iniciar incendios; 14 de ellos, por negligencias en actividades que estaban realizando, como quemar ropa o soldar metal, mientras la última aún es investigada por parte del Ministerio Público.
Los incendios estallaron a finales de la semana pasada en las regiones de Ñuble, el Maule, Biobío y La Araucanía, todas situadas en el centro-sur del país, y hasta la fecha se han cobrado la vida de al menos 26 personas, generado más de 3500 damnificados, calcinado más de un millar de viviendas y arrasado cerca de 300 mil hectáreas en una zona de frondosos bosques y terrenos agrícolas que constituyen el granero del país.