SELVIN CARPIO
El doctor Juan José Ortega Carrascal nació en la ciudad de Quetzaltenango el 7 de noviembre de 1857. En Guatemala obtuvo el título de médico y cirujano en 1878 y posteriormente se doctoró en medicina en Francia en 1882.
Según la revista Perspectiva.gt, a su regreso a Guatemala se incorporó al Hospital Nacional San Juan de Dios, en donde como fruto de sus conocimientos recién adquiridos lleva cambios innovadores en el sistema hospitalario, como el uso de rayos X, equipos de diagnóstico, salas higiénicas, introdujo la antisepsia y asepsia, importantísimas para realizar intervenciones médicas con éxito.
En 1883 fundó la Escuela de Comadronas y en 1905, el Instituto Dental. Se le reconoce también por introducir la reforma hospitalaria, así como las cátedras de Bacteriología, Ginecología y Anatomía Patológica.
Sin embargo, existe una etapa que también marca la vida de este ilustre y polifacético personaje de la historia de Guatemala.
Y es que se desempeñó también como diplomático, es así como entre 1910 y 1915, durante el gobierno del presidente Manuel Estrada Cabrera, fungió como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Guatemala ante el Gobierno mexicano. Siendo testigo de un hecho de la historia de México y de la que fue brevemente protagonista.
Testigo de un hecho de la historia de México y de la que fue brevemente protagonista.
El 22 de septiembre de 1910, Francisco I. Madero puso en marcha la revolución contra el dictador Porfirio Díaz, quien se había electo fraudulentamente y a quien derrocó al año siguiente.
Ese día se viven unas horas de incertidumbre y sin mandatario. Entonces funcionarios y diplomáticos acreditados en México eligen al decano del Cuerpo Diplomático para que asuma por unas horas la Presidencia, según los diarios de la época, se trató del doctor en Medicina Juan José Ortega Carrascal, embajador de la Republica de Guatemala.
Su carrera diplomática prosiguió y de esa cuenta de 1916 a 1921 ocupó su mismo cargo de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario, pero esta vez ante el Gobierno de España.
Obtuvo distinciones y condecoraciones en varios países, fue decano honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Guatemala y presidente de la Asamblea Nacional legislativa, en donde, ostentando dicho cargo, fallece un 29 de abril de 1934, dejando un legado tan variado y extenso como su polifacética vida.