Laura Díaz
Se estima que a nivel mundial entre 180 y 220 millones de jóvenes viven con alguna discapacidad; el 80 por ciento de ellos vive en países en desarrollo y representan una de las poblaciones importantes para la sociedad, pero muchas veces invisibilizada.
En 2008 entró en vigor la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, un instrumento internacional destinado a proteger los derechos y la dignidad de este sector poblacional. En este documento, las partes tienen la obligación de promover, proteger y garantizar el pleno disfrute de los derechos y asegurar la plena igualdad ante la ley.
De acuerdo con la información, las y los jóvenes con discapacidad enfrentan retos y desafíos existentes; entre ellos, la exclusión, la discriminación, la pobreza, pobreza extrema y la falta de acceso a la salud, al trabajo y a la educación. Sin embargo, en Guatemala, la Constitución Política de la República garantiza la protección de las personas con limitaciones físicas, psíquicas y sensoriales.
Uno de los mayores problemas de los jóvenes con discapacidad es el acceso al empleo, según el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.
Según los datos del INE, el 27 por ciento de las personas con discapacidad, la padece por causas congénitas; el 34 por ciento, por enfermedades, y el 29 por ciento, por accidentes laborales y de tránsito, entre otros.
La creación del Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad (Conadi) fue un avance importante para las y los jóvenes con discapacidad, principalmente en el tema de promover oportunidades laborales para esta población.
Otra de las acciones importantes en el país es el reconocimiento de la Lengua de Señas, según el Decreto 3-2020, del Congreso de la República.
El Consejo Nacional de la Juventud (Conjuve) promueve acciones a favor de la de la juventud en el país; entre ellas, la inclusión en su equipo de jóvenes con discapacidad. Asimismo, ha coordinado acciones con entidades que trabajan el tema, para capacitar a su personal en lengua de señas y en el tema de derechos de esta población, así como ha brindado apoyo en actividades a nivel externo. Soy Laura Díaz, una persona con discapacidad auditiva y formo parte del equipo de Conjuve, en donde ejerzo mi profesión como Técnica en Archivística.