Mientras recompone su mejor versión y se reencuentra consigo mismo, el Liverpool solventó ayer su clasificación para los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra contra el Wolverhampton, al que derribó con un golpe certero, imparable, de Harvey Elliott en el minuto 12 y al que aplacó con firmeza y compromiso.
• Redacción Deportes, EFE