Los granos como el garbanzo son base de diversos platillos debido a su valor nutricional y, primordialmente, como una opción saludable para llevar en las loncheras. Los garbanzos se almacenarán de la mejor manera posible para que mantengan su frescura y así optimizar su utilización.
De manera que describo algunos consejos para conservarlos por más tiempo: guardarlos en recipientes herméticos y en un lugar fresco y oscuro. Los granos permiten prepararse con diversas salsas; a su vez, dan la opción de cocinarlos para tenerlos listos para la semana y además congelar una parte. De esta manera se tendrán siempre disponibles.
Se trata de aprender a variar las comidas para transformarlas como los garbanzos cocinados con restos de verduras y así sorprender con comidas distintas para que parezcan nuevas. Los garbanzos se preparan en potaje, que es un guiso caldoso que se prepara con legumbres o granos, vegetales o arroz al que también se le puede agregar un tipo de carne o embutidos.
Los granos permiten prepararse con diversas salsas.
Un ejemplo es el potate de berro combinado con garbanzo, papa, arroz integral o blanco, zanahoria, granos de maíz, tomate y salchicha o jamón. Los berros podrán sustituirse por espinaca, acelga u hojas de remolacha y los garbanzos por lentejas o frijoles blancos condimentados con hierbas aromáticas como laurel, tomillo u orégano, pimienta y sal. Los potajes permiten prepararse con antelación, incluso cuando están listos un día antes, saben mejor.
Una vez cocido el potaje, se sirve, si sobrara, se deja enfriar, se porciona en recipientes herméticos, se refrigera o congela. Otras maneras de prepararlo es como parte de frescas ensaladas mezcladas con lo que más le guste y principalmente que tenga a mano: tomate, huevo duro, chile pimiento, cebolla, atún, jamón, etc. Nutricionalmente, las legumbres son ricas en vitaminas del grupo B, calcio y hierro.
Tienen poco contenido en grasa y la que poseen es grasa insaturada (grasa saludable). Dentro del reino vegetal, son fuente importante de proteínas, en una proporción de proteínas igual a la de la carne pero la calidad de estas proteínas es menor. Sin embargo, esto puede mejorarse mezclando con cereales de modo que aumente su valor proteico. Además, poseen gran cantidad de fibra. En general, las legumbres han quedado un tanto en el olvido.
La mala reputación que tienen de que engordan viene porque son combinadas con alimentos ricos en grasa como por ejemplo los chorizos, pero hay formas deliciosas de prepararlas con vegetales u otros ingredientes sin agregarles grasas o calorías. Otra razón por la que no se consumen los garbanzos y otras legumbres como los frijoles o las habas porque podrían resultar indigestas, aunque se puede evitar al dejarlos en remojo con una hoja de laurel y tirar esa agua antes de su cocción, comer en pocas cantidades y masticar bien. Así, que disfrute de los garbanzos en sus comidas.