Los proyectos de agua y saneamiento, que son fundamentales para combatir la desnutrición en el país, han sido prioridad durante la administración que lidera el presidente Alejandro Giammattei.
“La inversión que este gobierno ha hecho en tres años en agua y saneamiento es de más de Q5 mil millones”, afirmó Luis Ruano, titular de la Comisión Presidencial de Asuntos Municipales (Copresam).
Para 2023, el presupuesto destinado a este fin, por medio de los consejos departamentales de desarrollo, es de Q821 millones correspondiente a agua potable y Q675 millones a saneamiento, lo que suma Q1496 millones, de acuerdo con la Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia (SCEP).
148 OMAS se crearon o fueron fortalecidas por el Gobierno.
A estos esfuerzos, se suma la creación de 77 Oficinas Municipales de Agua y Saneamiento (OMAS) y el fortalecimiento de 71 más. Estas son importantes para la planificación estratégica y el manejo técnico de los citados temas en el ámbito local.
Una prioridad
Según el documento que contiene la estrategia de la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (CGNN), “la línea de acción de agua, saneamiento e higiene” se incluyen en el plan, “debido a la relación directa entre la deficiencia de estos servicios, las enfermedades diarreicas y la malnutrición”.
Por lo tanto, al invertir en lo anterior se conseguirá “no solo cumplir con el derecho humano al agua y al saneamiento, sino también a contribuir con la reducción de los problemas de malnutrición en el país”.
También se indica que “las mujeres embarazadas y los recién nacidos son especialmente vulnerables a las consecuencias” de la deficiencia de los mencionados servicios.