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La Supercopa de España la han dominado los porteros. El belga Thibaut Courtois sostuvo al Real Madrid contra el Valencia y el alemán Marc-André ter Stegen respondió con otra gran actuación, al detener dos penales en la tanda frente al Betis (2-4) después de un empate 2 a 2 para darle a Arabia Saudí su primer clásico en una final.
Dijo Xavi Hernández en la previa que la clave del partido iba a ser quién disponía más del balón y se notaron estas indicaciones en la primera media hora de partido, en la que el Barcelona controló el esférico y robaba con facilidad a un Betis que tardó en acoplarse en el terreno de juego del estadio Rey Fahd.
El Barsa se adelantó en el marcador al 23, pero el tanto no acabó reflejándose en el luminoso. El tanto del español Pedri se anuló por un fuera de juego milimétrico del brasileño Raphinha, el autor del pase.
El polaco Robert Lewadowski, sancionado en la Liga Santander con tres partidos, volvió, luego de cumplir el primero, con ganas, aunque impreciso. Hasta para su diana necesitó dos remates y culminó así una galopada del francés Ousmane Dembelé provocada por una magnífica maniobra de engaño en la salida de balón de Pedri, en el minuto 40.
Un recorte de Luis Henrique dentro del área propició el empate en el minuto 77 de Fekir, quien remató fuerte y duro al primer palo dentro del área.
Marcó Ansu Fati en el minuto 93 con un remate de volea con la zurda, cruzado al segundo palo, que parecía decidir la prórroga a favor del equipo azulgrana, pero el Betis volvió a no rendirse, como el propio Loren, que fue quien igualó de nuevo el marcador.
Y, de nuevo, a decidirse en tanda de penales y con un portero como gran protagonista. Ayer le tocó a Ter Stegen, quien detuvo dos penales, a Juanmi y William Carvalho, para lograr, junto al definitivo convertido por Pedri, que Arabia Saudí tenga su ansiado clásico en la final de la Supercopa de España.