Marielos Carranza Mejía
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La educación es el motor del desarrollo, ya que impacta en las condiciones sociales, económicas y culturales de los países, y en la adolescencia y juventud, esta contribuye a la construcción de planes de vida.
Estamos al inicio de un nuevo año y con esto el comienzo del ciclo escolar 2023, el cual representa una oportunidad de superación para miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes guatemaltecos, así como un desafío para el Gobierno de Guatemala, tomando en cuenta que la educación es un derecho humano y uno de los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza, mejorar la salud y lograr la igualdad de género, la paz y la estabilidad.
Sin embargo, son muchos los desafíos que se tienen en el tema de educación en el país, principalmente por el cierre temporal de los centros de enseñanza, para la prevención de la propagación del Covid-19, lo cual afectó al 94 por ciento de la población estudiantil en el ámbito mundial.
”La educación es el eslabón que contribuye a conciliar el crecimiento, la equidad y la participación en la sociedad“ (Unesco).
El regreso de la adolescencia y juventud a las aulas supondrá un reto para el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que se tendrán que adoptar nuevas dinámicas sanitarias y de trabajo.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Educación, en 2022 se inscribieron al Sistema de Educación 1 186 219 personas de 13 a 30 años, un aspecto importante si se toma en cuenta que el aumento de los niveles educativos está asociado directamente con el mejoramiento de factores claves para el
desarrollo y el bienestar.
Otros retos importantes son la disminución en la deserción escolar, la inversión en infraestructura educativa y en recursos didácticos, y la promoción de espacios seguros para las y los estudiantes.
El tema de educación es uno de los más relevantes para la población joven, quienes han destacado la importancia de promover la participación en los procesos educativos, además de tomar en cuenta sus habilidades en el diseño de programas y proyectos, para que estos sean inclusivos.
Para el Consejo Nacional de la Juventud, la educación y el tema de ciencia y tecnología son ejes priorizados de trabajo; además, fueron incluidos en la propuesta de Política Nacional de la Juventud, por ser una de las demandas con mayor relevancia para las y los jóvenes.