Argentina ganó ayer, en el estadio de Lusail, su tercera estrella como campeona del mundo al imponerse a Francia en la tanda de penales (4-2) de la final de Catar 2022, que finalizó con empate a 3 goles.
Dibu Martínez, al detener un penal a Coman, y Montiel, al meter el tiro decisivo, fueron los héroes de la albiceleste en la tanda de penas máximas.
La Pulga agranda su leyenda
Messi recogió así el testigo de los dos anteriores capitanes de la albiceleste campeones del mundo, Daniel Passarella (1978) y Diego Armando Maradona (1986), y del francés Hugo Lloris, rival en esta final, ganador con Francia en Rusia 2018.
El trofeo, que presentó al estadio de Lusail antes del encuentro Iker Casillas, campeón con España en Sudáfrica 2010, lo introdujeron de nuevo en el césped después de la gran final los exfutbolistas argentinos Nery Pumpido y Chencho Batista.
Primero obtuvo el premio al Balón de Oro al mejor jugador, momento en el que, frente al mundo y un estadio entregado, besó la Copa que minutos después elevaría al cielo una vez que toda la plantilla de los bleus y de la albiceleste recogiera sus
correspondientes medallas.
Recibió el trofeo de manos del emir Tamim bin Hamad al Thani y de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, encargados de salir al escenario instalado en el césped para la entrega de premios junto al mandatario francés, Emmanuel Macron; los presidentes de la Conmebol y de la UEFA, Alejandro Domínguez y Aleksander Ceferin, y los de las federaciones, Claudio Tapia y Noel Le Graet.