Las fuerzas de seguridad de Guatemala han redoblado su presencia en las fronteras del país. La vigilancia se ha incrementado, especialmente, en las líneas divisorias con El Salvador y Honduras.
Los gobiernos de las citadas naciones vecinas han implementado operativos contra la delincuencia y el crimen organizado. Ello hace que nuestro territorio se vea en riesgo, ante el inminente ingreso de personas vinculadas con hechos delictivos.
Para contrarrestar esa amenaza, el presidente Alejandro Giammattei ha instruido que se incremente la presencia de la Policía Nacional Civil (PNC), del Ejército de Guatemala y de otras instituciones como el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) en la mencionada zona fronteriza.
El objetivo de la tarea interinstitucional es garantizar el resguardo de la población y coadyuvar en el control territorial, en el marco del Plan Operativo 38-2022 Seguridad Interinstitucional en el Triángulo Norte.
El trabajo de las fuerzas del orden consiste en revisar a personas y vehículos que ingresan en Guatemala. Ello permite, además, garantizar una migración ordenada y regular, en el marco del respeto de los derechos humanos.
Las máximas autoridades del Mingob y del Ministerio de la Defensa realizan visitas constantes en las fronteras del oriente y nororiente del país. Los funcionarios supervisan los operativos de seguridad a cargo de policías y militares.
Durante estos últimos meses se han instalado puestos de control interinstitucional, realizando operaciones de reconocimiento aéreo, patrullajes motorizados e incursiones a pie en las zonas limítrofes con Honduras y El Salvador.
El trabajo ha permitido entregar a más de 80 integrantes de la Mara Salvatrucha y del Barrio 18 a las autoridades de la segunda nación mencionada. Los presuntos delincuentes huyeron debido al régimen de excepción impuesto por autoridades en ese territorio.