Leonel Guerra Saravia
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En Guatemala, algunos están quejándose del frio. Es importante que comprendamos algo al respecto. Un cambio climático se define como la variación en el estado del sistema climático terrestre, formado por la atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la litosfera y la biosfera, que perdura durante periodos suficientemente largos (décadas o más tiempo) hasta alcanzar un nuevo equilibrio.
El cambio climático es una variación importante de temperatura, lluvias, nieve o patrones de viento que duran muchos años. Puede ser causado por la naturaleza o por las actividades de los seres humanos. Hoy en día, los cambios climáticos están ocurriendo a un ritmo cada vez más acelerado.
En tanto, a grandes rasgos los cambios climáticos se pueden dividir en cambios climáticos del pasado: una serie de alteraciones en el clima marcadas por períodos fríos y períodos cálidos. El clima determina las condiciones de vida: las posibilidades de alimentación, la actividad económica en general y la seguridad de las poblaciones.
El clima determina las condiciones de vida.
En definitiva, determina cómo son los ecosistemas, incluidos los nuestros. Las causas del cambio climático: vapor de agua. Es el gas de efecto invernadero más abundante, pero, principalmente, actúa como retroalimentador del clima; dióxido de carbono (CO2), es un componente menor pero muy importante de la atmósfera; metano, óxido nitroso, clorofluorocarbonos.
El impacto del cambio climático produce variaciones en la producción de bienes y servicios, modifica los patrones de consumo de los compradores, afecta las estrategias de los empresarios privados e influye en las políticas ambientales de los gobiernos.
La crisis climática afecta la calidad del aire, el acceso a agua potable, la producción de alimentos y una vivienda segura, lo que solo aumenta el ausentismo, la deserción y amenaza el aprendizaje, además de que impactan negativamente en el bienestar y la seguridad de los estudiantes.
Con el cambio climático disminuye la calidad del agua bruta, con todo lo que ello conlleva para la higiene, la producción agrícola y la industria. Asimismo, se generan riesgos para la calidad del agua potable, agravando los problemas de los millones de personas que ya padecen su escasez.
Algunos de los beneficios de los objetivos climáticos incluyen mejor salud para muchas personas en todo el mundo, acceso a alimentos, la protección de la pesca, mayor seguridad energética y mayor crecimiento económico.