Stefania Pareti
Profesora e investigadora de la Facultad de Economía y Negocios
Esto da cuenta de que estamos bajo dos segmentos de mercado con necesidades diversas, el primero busca inmediatez y, por ello, opta por solicitar su producto/servicio a través de las diversas opciones de apps existentes, ya que son bienes y servicios sin un contenido emocional mayor, ya que es un evento efímero de corta duración.
Si no llega el producto a tiempo, el consumidor sabe que hay un equipo back up de atención al cliente que podría ayudar y no hay un involucramiento mayor. Pero si vemos la otra cara de la moneda, donde se busca experimentar el ser parte de la propia experiencia de consumo, la inmediatez pasa a segundo plano.
El foco de este otro tipo de consumo es justamente ser protagonista y seleccionar en persona el producto deseado, pasando por alto los costos de transacción que puedan estar implicados y justamente disfrutar de esa aventura slow de perderse dentro de un barrio, visitar distintas tiendas, activar los sentidos para determinar qué producto o servicio se adquirirá.
Lo único claro entonces es que la combinación slow y fast llegó para quedarse.
Por ello es que tanto lo fast como lo slow tienen cabida en el mercado, pero claro está que cada opción va de la mano a un segmento específico y, por otro lado, una misma marca puede contar con ambas ofertas de valor hacia su consumidor.
Por ejemplo, una cafetería puede dar la opción de delivery a quien busque un consumo fast y en paralelo puede ofrecer también la alternativa de visitar físicamente sus dependencias, para quien busque
deleitar y disfrutar lo slow.
Es por esto que en todas las grandes capitales está creciendo cada vez más el consumo local de proximidad y slow, donde se es actor de la propia experiencia y que no podrá ser ‘pedido’ a través de una app, ya que la única exigencia es ‘estar’ físicamente para crear cómo será tu propia historia.
Lo único claro entonces es que la combinación slow y fast llegó para quedarse, son dos conceptos a los cuales constantemente nos vemos enfrentados los consumidores, y dependerá de nuestra necesidad en el momento para evaluar por cuál de las dos opciones nos inclinaremos.
Las mismas marcas se están vinculando con el mercado a través de ambas alternativas disponibles, logrando sopesar la supuesta dicotomía.