Mika
Kanervavuori, representante de OACNUDH
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Dedico esta columna a reconocer la riqueza del Pueblo Garífuna y de las personas afrodescendientes que forman parte de la sociedad guatemalteca. Poco se conoce de su origen, cultura y formas de vida debido a los altos niveles de exclusión, discriminación y racismo que han limitado el goce y ejercicio de sus derechos como personas y como colectividad.
La llegada de personas afrodescendientes a Guatemala ocurrió en distintos momentos de la historia. Fue a partir de los Acuerdos de Paz que el Estado reconoció al Pueblo Garífuna como uno de los cuatro pueblos indígenas del país. En 2018, por primera vez se utilizó en el Censo de Población la categoría afrodescendiente/creole/afromestizo para la autoidentificación por pueblo de pertenencia.
El Día del Pueblo Garífuna se celebra cada 26 de noviembre para recordar su llegada a Livingston a inicios del siglo XVIII, y hacer conciencia para que no vuelva a repetirse la terrible tragedia de la esclavitud transatlántica, que afectó gravemente la dignidad humana. La importancia de esta fecha fue reconocida mediante la Ley del Día del Garífuna, Decreto 83-96 del Congreso de la República.
En los diálogos que he sostenido con organizaciones de mujeres garífunas y afrodescendientes, incluso en mi viaje a Livingston, me han relatado el impacto que tiene en su vida la persistencia de la discriminación racial, la exclusión e invisibilización que experimentan, reflejadas en formas multidimensionales de desigualdad económica, social y cultural.
Avancemos en acciones para su reconocimiento, justicia y
desarrollo.
Esta situación afecta con mayor gravedad el ejercicio de derechos de las mujeres, particularmente debido a la violencia basada en género y los obstáculos en el acceso a justicia, educación y salud, entre otros, lo que a su vez genera una creciente dinámica de migración. También me comentaron sobre su interés en la iniciativa de ley No. 5398, que busca aprobar el Día Nacional de la Dignificación y de Acciones Afirmativas a Favor de la Mujer Garífuna y Afrodescendiente.
Con el propósito de fortalecer las capacidades del Pueblo Garífuna y de las personas afrodescendientes, Oacnudh promueve su participación en foros nacionales e internacionales, procesos de formación sobre derechos humanos, y la utilización de mecanismos internacionales de protección de esos derechos.
En los últimos años, mi Oficina brindó asesoría técnica a Cunizab para desarrollar un diplomado en litigio estratégico sobre derechos del Pueblo Garífuna y afrodescendientes, con enfoque de género. Colaboró con la Escuela de Formación Política para lideresas garífunas y afrodescendientes, impulsada por la Asociación Afroamérica XXI y la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.
Promovió con la Corte de Constitucionalidad y el Mineduc la traducción de la Constitución versión infantil al idioma garífuna y la realización del Recorrido Constitucional por los derechos de niñas y niños del pueblo garífuna y afrodescendientes.
La Oficina ha acompañado a diversas organizaciones en su esfuerzo por impulsar la adopción de un plan nacional de actividades del Decenio Internacional sobre Afrodescendientes (2015-2024), dedicado a garantizar sus derechos a la igualdad y no discriminación, a la justicia y al desarrollo. Asimismo, promueve su participación en la primera sesión del Foro Permanente de Afrodescendientes de la ONU, que se realizará en Ginebra en diciembre con miras a fomentar la agenda para el desarrollo sostenible y la adopción de normas sobre derechos humanos de las y los
afrodescendientes.
Oacnudh enfatiza su compromiso de continuar colaborando para avanzar hacia el reconocimiento, justicia y desarrollo del pueblo garífuna y de las personas afrodescendientes. En ese marco, es clave la apertura expresada por el Minex para recibir asesoría técnica de mi Oficina para definir medidas en el marco del Decenio Internacional y atender las necesidades planteadas por lideresas del pueblo garífuna y afrodescendientes.