Fotos: EFE
La tradición catarí y la modernidad se mezclaron en la ceremonia de inauguración del Mundial 2022, en el estadio Al Bayt de Al Khor, una de las joyas arquitectónicas erigidas para albergar la competición y escenario del primer partido, entre la selección anfitriona y la de Ecuador (0-2).
El escenario del acto no podía ser más adecuado. El estadio toma su nombre de las bayt al sha’ar, las tiendas tradicionales que usaban los nómadas de Catar y de la región del Golfo y su estructura se asemeja claramente a ellas.
Bajo la presidencia del emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, muy aclamado por el público, el primer Mundial de la historia en Oriente Medio exhibió una ceremonia rápida, de media hora, por momentos muy sentida, en la que se mostraron las raíces del país, su vinculación al desierto, y se quiso mandar un mensaje de unidad y de modernidad.
“Al mundo entero le digo, bienvenidos a Doha. Hemos trabajado duro con mucha gente para que esta competición sea un éxito. Hemos invertido para trabajar por el bien de la humanidad. Las gentes se unen, sin importar su etnia, su religión, su orientación y su nacionalidad aquí en Catar y detrás de las pantallas de todos los continentes del mundo”, indicó en su breve discurso el emir.
“Había soñado algo así”
El delantero ecuatoriano Enner Valencia, autor de los dos goles que dieron a Ecuador la victoria contra Catar en el partido inaugural del Mundial de 2022, aseguró que había soñado con algo así.
“Sabíamos que iba a ser muy complicado, pero lo pudimos resolver muy rápido; nos encontramos con goles rápidos que nos ayudaron a manejar el partido”, indicó el jugador del Fenerbahce.
“Desde que salió el sorteo, estaba concentrado con mi club, y vi que iba a jugar el partido inaugural. He soñado muchas noches con poder ganar. Sabía que iba a ser un sueño para todos nosotros, y afortunadamente he podido marcar”, concluyó.