Apartir de las 4:00 de la mañana se abren las puertas del Servicio de alimentación del Hospital General San Juan de Dios, en la capital guatemalteca, con la finalidad de empezar a preparar los casi 1 mil platillos para los pacientes internados.
Hay dieta libre, diabética, blanda, blanda para diabético, hiposódica e hiposódica para diabético.
La cocina del nosocomio tiene como objetivo brindar una alimentación equilibrada y balanceada nutricionalmente a cada uno de los internos, según la indicación de los médicos.
La nutricionista del hospital, Libertad Abrego, explicó que el referido sector hospitalario tiene distintas áreas para preparar los complementos que llevan los platillos, como cereales, postres, verduras, carnes, dietas especiales, panadería, lactarios, para adultos y pediatría.
Agregó que se sirven los tres tiempos de comida, desayuno, almuerzo y cena a un promedio de 900 pacientes por cada jornada de alimento, para lo cual a diario se hace una estadística con la que se trabaja el dato necesario para implementar el servicio a prestar.
Nadia Juárez, otra de las nutricionistas, indicó que se dan distintos tipos de dietas como la libre, que todos los pacientes pueden comer sin restricción; blanda, que lleva sal y que es para los que tienen alguna complicación de masticar, entre otras.
Considerada una labor esencial en la recuperación de los pacientes, depende del trabajo en equipo del personal. Elsa Castillo, cocinera del San Juan de Dios desde hace 28 años, resaltó que siempre le gustó preparar comida y que tenía el anhelo de trabajar en un hospital, y en la actualidad hace la comida de dieta libre.