Dr. Jorge Antonio Ortega G.
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No es la primera vez que se utiliza este término para definir las confrontaciones, pero debido a la guerra entre la Federación Rusa y Ucrania el concepto se volvió popular entre los líderes militares, políticos y los medios de comunicación.
La guerra híbrida se puede definir como un “conjunto de acciones hostiles” que llevan a cabo un Estado contra un oponente geopolítico aprovechando sus vulnerabilidades con el objetivo estratégico de debilitarlo desde adentro y quebrantar su voluntad de lucha.
Los métodos de este tipo de confrontación bélica son contrarios a lo de las guerras tradicionales. En este ambiente, los ejes de avance ofensivo pueden englobar un boicot a la economía de la nación enemiga, introducir virus en las redes y sistemas críticos de pervivencia de los oponentes, financiamientos a partidos políticos que conformen la oposición del Gobierno en el ejercicio del poder y en la conducción de la guerra. Generar descomposición social y provocar levantamientos contra las autoridades vigentes y lograr descabezar la gobernabilidad instituida.
Lo que hay que dejar claro es que todas las guerras (pasado, presente y a futuro) se libran en diferentes escenarios y campos temáticos como los antes expuestos, pero hoy se consolidan otros actos como el terrorismo, la migración masiva, la corrupción política y procesos de propaganda que motiven la división de las naciones en conflicto. Las operaciones psicológicas con campañas de manipulación de información y procesos de desinformación.
Las guerras híbridas llegaron para quedarse y constituirse en protagonistas de primer orden en los conflictos actuales y los próximos.
Las guerras híbridas llegaron para quedarse y constituirse en protagonistas de primer orden en los conflictos actuales y los próximos. Esto tiene una razón de peso y es el costo descomunal, con muchas probabilidades de llegar a la destrucción de la humanidad. Pero existe un peligro previsible y es que la guerra híbrida termine descontrolándose y derivando a una guerra convencional.
Desde la visión rusa, los países occidentales y Estados Unidos le han declarado una guerra híbrida después de la invasión a Ucrania. Así lo declaró el ministro de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa, Serguéi Lavrov, debido a las sanciones impuestas contra su país tras el inicio de la ofensiva. “… nos han declarado la guerra, una verdadera guerra híbrida, una guerra total”, en una reunión de apoyo a la Diplomacia Pública de Rusia.
El término de “guerra total” fue utilizado en la segunda Guerra Mundial por los líderes de la Alemania nazi; hoy es mencionado por muchos políticos europeos en sus declaraciones sobre qué hacer con Rusia, y no ocultan sus objetivos; los declaran públicamente: destruir, aniquilar, asfixiar la economía rusa. Esto es lo que afirma el ministro ruso, Lavrov.
El desenfreno de las sanciones muestra con claridad los objetivos de los oponentes de la Federación Rusa. A pesar de todos los mecanismos utilizados, no han logrado aislar a Rusia, contamos con alianzas, amigos y socios en todos los continentes, afirmó sin vacilación alguna el jefe de la diplomacia rusa. Las sanciones derivan a desarrollar planes alternos y en el uso sensato de sentido común aplica la expresión: ¡A mayor dificultad, mayor creatividad!
La confrontación de fuerzas sobrepasa los 270 días de combates en los tres ambientes tradicionales (aire, tierra y mar) y por supuesto en el ambiente cibernético, las sanciones van en aumento y la contraofensiva ucraniana está dando resultados impredecibles en el desarrollo de esta guerra del siglo XXI y que Rusia define como la Tercera Guerra Mundial.
El estilo de guerra no varía en nada, siempre encontraremos como resultado la devastación, muertes y sufrimiento humano. Virgilio, en La Eneida destaca el carácter insaciable de la guerra, pues no hay contendiente que salga indemne de sus Furias.