Foto: EFE
La selección española superó este jueves a la de Jordania (1-3, con goles de Ansu Fati, Gayá y Nico Williams) en su última prueba antes de su debut en el Mundial de Catar 2022, un duelo que dominó de forma constante y le sirvió para pulir algunos detalles.
En esta ocasión, el once de Luis Enrique llegó condicionado por las limitaciones físicas que arrastran varios jugadores. Esa circunstancia se apreció especialmente en el lateral izquierdo, donde la ausencia de Gayá y el miedo a exponer a Jordi Alba a cualquier contratiempo antes de la gran cita hizo que ocupara la posición Laporte.
Además, Robert Sánchez fue el elegido en la portería, mientras que arriba el tridente ofensivo lo formaron Ansu Fati y Sarabia, en los extremos, y Asensio como punta. Esa apuesta fio casi todo a la movilidad arriba y las combinaciones en corto, receta a la que ayudaba un rival cerrado que dejaba hacer.
España atacó así por acumulación de hombres, al elaborar con paciencia y generar el caos al borde del área rival con primeros toques y llegadas desde la segunda línea. Dentro de esa dinámica funcionó bien el entendimiento entre el voluntarioso Asensio y un eléctrico Ansu Fati.