Juan Everardo Chuc Xum
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Guatemala es pluricultural, multiétnica y multilingüe porque está conformada por los pueblos: Maya, Xinka, Mestizo y Garífuna; este enunciado se acuña con los Acuerdos de Paz; en particular, con el Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, que registra: “A raíz de su historia, conquista, colonización, desplazamientos y migraciones, la nación guatemalteca tiene un carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe”.
El Artículo 66 de la Constitución Política de la República de Guatemala señala: “El Estado reconoce, respeta y promueve sus formas de vida, costumbres, tradiciones, formas de organización social, el uso del traje indígena en hombres y mujeres, idiomas y dialectos”; más otros instrumentos Nacionales e Internacionales ratificados por Guatemala, como por ejemplo: la Declaración de la Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Convenio 169 de OIT y el Derecho Internacional sobre Derechos Humanos que reconocen de manera clara y expresa el principio de “igualdad material”.
El país ha avanzado en reconocer la existencia de una sociedad diversa culturalmente hablando.
El país ha avanzado en reconocer la existencia de una sociedad diversa culturalmente hablando, pero hay que seguir avanzando para alcanzar plena pluriculturalidad en el porvenir de la nación diversa y unitaria; por lo que se hace impostergable la aceptación real y concreta del reconocimiento de la identidad de los pueblos indígenas, así como el derecho a mantenerla, desarrollarla y vivirla a plenitud en todos los ámbitos y aspectos; significa también mayor participación en la toma de decisiones políticas y de beneficios sociales, entre otros, para cerrar brechas de desigualdad social que las estadísticas actuales nos presentan.
La praxis de la pluriculturalidad en su doble dimensión, acogimiento y protagonismo, asegura la construcción/consolidación de la interculturalidad; además, favorece las relaciones armónicas y de respeto entre los pueblos y el Estado y hace efectiva la participación social y política de la vida en igualdad de condiciones. Hay que superar los viejos moldes de prejuicios sociales que solamente han sumergido al subdesarrollo humano, social, político, económico y cultural de Guatemala.