María Ángeles Burguera
Profesora de ISEM Fashion Business School
Revista Nuestro Tiempo
Yves Saint Laurent nunca se contentó con la alta costura, también quería llegar con su moda a la calle y vestir a la mujer activa, como hicieron Chanel, Vionnet y Schiaparelli, a las que admiraba.
Fue el primer modisto de haute couture en abrir su tienda de prêt-à-porter. Así surgió Saint Laurent Rive Gauche en 1966, con una colección independiente, esmerada como siempre, a un precio más asequible.
Mientras, en El Louvre, envueltas por mármoles y espejos de la época de Luis XIV, chaquetas y joyas del fondo patrimonial de la Fundación Pierre Bergé-Saint Laurent mostraron la faceta, el rostro más señorial del modisto.
Cuando en una ocasión le preguntaron de qué pintor se sentía más cercano, Saint Laurent respondió: “Picasso, toujours” (Picasso, siempre). El universo del malagueño le brindó inspiración en un momento complicado, de sequía creativa, en 1979, y el Musée National Picasso-París hizo palpable una gratitud que marcó su trayectoria.
El universo del malagueño le brindó inspiración en un momento complicado, de sequía creativa.
Entre las obras expuestas, sobresalía la genialidad con la que Saint Laurent dio vida a la chaqueta de arlequín que vestía Nusch Éluard, retratada por Picasso en 1937.
Sus dos años de aprendizaje junto a Christian Dior, al que sustituyó en 1957 con solo veintiuno, proporcionaron a Yves Saint Laurent un magnífico dominio de la técnica.
Las exposiciones de este aniversario revelan su gran capacidad para materializar ideas y extraer de las pinturas volúmenes desconocidos. En el Museo de Arte Moderno pudieron verse algunas piezas de su colección de primavera-verano de 1966. Con motivos geométricos en dos colores, Saint Laurent recreó los efectos ópticos de Alain Jacquet en su peculiar Desayuno sobre la hierba (1964), que reinterpretaba a su vez la composición original de Manet (1863).
Tras su despido de Dior, en 1961, Yves Saint Laurent propuso a Pierre Bergé, como director comercial, abrir una casa de moda. Juntos lanzaron “la más bonita colección de trajes de chaqueta desde Chanel”, como informó la revista Life en abril de 1962.
En su taller comenzaron a marcar con una “m” (de museo) los diseños únicos que conservarían. Desde 2002, la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent custodia celosamente 5 mil prendas de alta costura y más de un millar de prêt-à-porter.
Pero quizá lo más representativo de sus transposiciones artísticas sean los vestidos que dedicó a Piet Mondrian, exhibidos en el Centro Pompidou. Una monografía, Piet Mondrian: sa vie, son œuvre, de Seuphor (1956), regalo de su madre por Navidad, permitió que el modisto descubriera muy pronto el lenguaje abstracto del holandés y sus colores puros.
La prensa recibió con admiración la colección de 1965, en la que Yves Saint Laurent trasladó a varios vestidos de cóctel, sin cuello ni mangas, el geometrismo de Mondrian, aún desconocido en París por entonces.