Patricia Orantes
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La magia de la radio y sus formatos me ha permitido crear campañas de comunicación para sensibilizar a la población de interés sobre diversas temáticas como la promoción de los derechos humanos y reproductivos de la mujer, la prevención de la violencia de género, así como el cuidado del medioambiente y los recursos naturales.
Como comunicadora social, me he enfocado en los últimos años en el proceso de creación, producción y diseminación de programas de entretenimiento para lograr cambios sociales (individual, comunitario y social), empleando para ello la radio al recordar una de sus grandes premisas: la de educación – entretenimiento.
La radio se ha caracterizado por ser un medio de comunicación de gran alcance entre la población, por ser un medio de bajo costo y de acompañamiento. Según la BBC de Londres, la radio tiene tres funciones: informar, educar y divertir.
La función informativa de la radio es vital por su simultaneidad, inmediatez, posibilidad de desplazamiento rápido y su alcance. Mientras que la función educativa de la radio se define por ser un generador de conocimiento y aprendizaje. Por último, la radio se distingue por su función de
entretenimiento.
Es apasionante el reto de producir una radionovela donde se recrean las escenas por medio de la palabra, los sonidos y la musicalización. La imaginación del oyente complementa la historia.
A decir de Mario Kaplún, la educación radiofónica será entendida en un sentido más amplio: no solo las emisiones especializadas que imparten alfabetización y difusión de conocimientos elementales, sino también todas aquellas que procuran la transmisión de valores, promoción humana, el desarrollo integral del hombre y de la comunidad. Propone elevar el nivel de conciencia, estimular la reflexión y convertir en cada hombre en agente activo de la transformación de su medio natural, económico y social. La radio en la actualidad se considera como una herramienta de comunicación que facilita el cambio social a través de incrementar en las audiencias a las que se dirige, conocimientos, actitudes y prácticas sobre un tema socialmente identificado.
Tomando de base lo anteriormente expuesto, la radio cobró una notoria relevancia durante la pandemia, ya que sus formatos son idóneos porque se adaptan a los mensajes a emitir y, además, contribuyen para crear las condiciones necesarias para influir a la audiencia.
Entre estos formatos radiofónicos empleados durante esta crisis sanitaria está la radionovela, el cual contiene historias reales o ficticias y es una herramienta cultural para reflexionar sobre una problemática social. Además, tiene un mensaje propositivo y motiva al oyente a una crítica sobre su realidad y da pauta para el cambio.
La radionovela es un mediador que permite llegar a una diversidad de públicos, caracterizados por diferencias culturales, a quienes cautiva a través de la palabra, la música, los efectos sonoros, el silencio; haciéndose un formato atractivo tanto para el oyente como para la población meta.
Pasar de la teoría a la práctica es todo un desafío que requiere creatividad, comprensión de la temática a abordar y habilidad de redacción de la historia, donde se debe reflejar la realidad de nuestras comunidades por medio de la generación de escenarios y creación de la personalidad de cada uno de los personajes que llevan el hilo conductor de la radionovela.
El primer paso es la búsqueda de información a través de la observación directa y la recolección de información, para luego plasmarla en guiones radiofónicos de fácil comprensión con el uso de lenguaje sencillo y concluye con la búsqueda de las voces que reflejen las características de la población meta contempladas en cada personaje.
Me embarga una emoción de satisfacción al entregar la producción de la radionovela y escuchar la transmisión del primer capítulo.
