Este vegetal crece formando un manojo de tallos que rodean un corazón más pálido. Es apreciado por sus propiedades medicinales, su alto contenido de agua y su sabor delicado y textura en las preparaciones culinarias. Seleccione el apio con cabeza compacta tallos enteros que se puedan separar con facilidad. Evite los tallos gruesos con hojas marchitas.
Se conserva en refrigeración sin lavar y preferentemente con los tallos cortados y separados en un recipiente hermético durante dos semanas. Se puede congelar crudo, se conservará bien durante seis meses.
Se aprovechan los tallos, las hojas, las semillas y las raíces. Después de lavar el apio, se deben retirar las hojas amarillentas, cortar la base para separar sus tallos y retirar las hebras.
El centro del apio, llamado corazón, permite prepararse entero, se le quitan las hojas superiores y se blanquea inicialmente para terminar su cocción con alguna salsa de su elección como la de tomate o blanca.
Evite los tallos gruesos con hojas marchitas.
Suele servirse de diversas maneras como por ejemplo: crudo, conservando de mejor manera su fibra y textura crujiente, por lo que tendrá que masticarse bien. Podrá cortar finamente, en juliana o en trozos para ensaladas o entradas como los palitos de apio para dips, serán un sustituto ideal del pan o galletas.
Además, se consume cocido, donde se aprovechan de mejor manera algunas vitaminas hidrosolubles, aportará sabor y volumen a las comidas como a las sopas, las salsas o el arroz.
Es uno de los ingredientes junto a la cebolla y la zanahoria del mirepoix, término culinario referido a un conjunto de vegetales cortados en cubos pequeños que se emplean para aromatizar caldos, sopas, salsas o guisos. Se emplea salteado en aceite de oliva o mantequilla o gratinado con una salsa bechamel y queso.
Aproveche las hojas para las ensaladas, salsas, caldos o sopas como la sopa de apio y zanahoria, aportan un sabor agradable a las comidas o pueden emplearse picadas como decoración de los platillos.
Una receta sencilla: corte finamente las hojas de apio, saltee en aceite de oliva caliente, añada salsa soya y espolvoree con semillas de ajonjolí. Sirva sobre arroz blanco. Le dará un gusto agradable. Además, los tallos son utilizados en las ensaladas, combina bien con repollo o lechuga, manzana y nueces. Asimismo, está la sal de apio, que consiste en sal y semilla de apio molida, aportará un sabor herbáceo, ligeramente dulzón.
Nutricionalmente, tiene un contenido de agua del 95 por ciento, es conocido por sus efectos diuréticos, contiene pocas proteínas grasa o azúcares, proporciona minerales como potasio, magnesio, sodio, calcio y vitaminas como las del complejo B y K.
El apio ofrece un efecto antioxidante, añade volumen a la dieta, produce saciedad y reduce el contenido calórico total. Sin más, disfrute del apio en sus recetas saladas de infinidad de maneras.